La importancia de la toma y envío adecuado de muestras : lo que mal comienza mal acaba

Fecha
2024-10-18Autor
Ramírez, Gabriela Verónica
Amable, Valeria Inés
Mendoza, Jorge Arnaldo
Lizardo Falcón, Sofía
Guidoli, Marcos Gabriel
Baldovino, G.
Giordano Basnec, M.
Denis Dupleich, B.
Cabral, F.
Domínguez Gutiérrez, A. B.
Stegmayer Macias, G.
Díaz, José F.
Zacarías, M. B.
Boehringer, Silvia Irene
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
La correcta toma de muestras es un pilar fundamental en el trabajo de los profesionales veterinarios. Comprende un proceso que no solo influye en el diagnóstico del o los agentes etiológicos involucrados, sino en la efectividad del tratamiento a instaurar y, en consecuencia, en la salud del paciente. El servicio de Bacteriología y Micología de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias recibe diariamente diferentes tipos de muestras, por lo que el objetivo del presente trabajo fue resaltar el impacto de las condiciones de toma, acondicionamiento y envío de muestras veterinarias en la precisión y fiabilidad del diagnóstico microbiológico. Del número total de muestras que ingresan anualmente, se estima que un promedio del 10% de las mismas llegan de forma inadecuada. El error más frecuente es la elección incorrecta del contenedor para el envío, como la misma jeringa y aguja que se utilizó para tomar la muestra, con la probabilidad de que el líquido o secreción contenido se desborde durante el transporte, lo cual conlleva un riesgo significativo al tratarse de un material biológico potencialmente peligroso. Por otro lado, también se reciben muestras mal acondicionadas en relación a la temperatura. Remitir la muestra a la temperatura correcta es fundamental, sobre todo cuando se sospeche de un agente etiológico de origen bacteriano o de levaduras, que necesitan enviarse refrigeradas. Si la muestra se envía a temperatura ambiente o pierde la refrigeración durante el transporte, el material perderá su validez microbiológica. Por último, es muy importante remitir un protocolo adecuado, con todos los datos que el laboratorio necesita para un correcto procesamiento. Un protocolo incompleto, en mal estado o incluso sin protocolo, dificulta enormemente el trabajo del laboratorista. En conclusión, se reitera la importancia de una buena elección del tipo de muestra y su método de recolección, continuando con el acondicionamiento adecuado para mantener dicha muestra durante el transporte, a fin de preservar la viabilidad de los microorganismos patógenos y evitar el crecimiento de bacterias contaminantes, lo cual evitaría conducir a un diagnóstico microbiológico equivocado y, en consecuencia, a la instalación de una terapia incorrecta, que en algunos casos puede agravar el cuadro clínico del paciente. De esta manera, desde el laboratorio podremos realizar un mejor trabajo, aportando resultados que ayuden al profesional para realizar un tratamiento efectivo
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