Incidencia de anemia infecciosa equina en un establecimiento de una zona endémica del país
Resumen
La anemia infecciosa equina (AIE) es una enfermedad causada por un virus específico de los équidos, del género lentivirus y familia Retroviridae. La transmisión de AIE se da principalmente a través de sangre contaminada. En la naturaleza los transmisores
principales son insectos hematófagos como tábanos, y la iatrogenia es otra vía de trasmisión muy importante. Debido a que los
signos clínicos principales de la enfermedad, como así también los hallazgos hematológicos de laboratorio, no son patognomónicos de la AIE, es necesario recurrir a la serología. La Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) recomienda hasta hoy como método diagnóstico de elección la prueba de inmunodifusión en gel de agar (IDGA). El objetivo propuesto para la presente comunicación fue demostrar la incidencia de la enfermedad en un establecimiento de una zona endémica y relacionarlo con la situación actual de la enfermedad en el país. El trabajo se realizó en un establecimiento de la localidad de San Luis del Palmar, Corrientes. En el año 2014 se muestreó la totalidad de los animales del establecimiento (107 equinos de trabajo) y se estableció la prevalencia de la enfermedad. Y en el año 2015 se volvieron a tomar muestras de los animales sanos y de los equinos nuevos que ingresaron al rodeo, estableciendo la incidencia de la enfermedad dentro del establecimiento. Los datos del establecimiento y de los animales fueron debidamente registrados en planillas elaboradas para tal fin. La extracción de sangre en los equinos se realizó de la vena yugular, utilizando guantes, agujas y jeringas descartables para cada animal. Para el análisis serológico las muestras se remitieron al laboratorio sin anticoagulante y debidamente refrigeradas para realizar el diagnóstico de Anemia Infecciosa equina por medio del test de Coggins. La prevalencia encontrada para el establecimiento en estudio en el año 2014 fue de 78%, en cambio para el 2015 fue del 81%. La incidencia de la enfermedad en el transcurso de un año fue de 37%. Esto demuestra que donde conviven animales sanos con enfermos y/o portadores asintomáticos, están dadas las condiciones para que se realice la transmisión natural de la enfermedad. Además los cambios climáticos en la zona de estudio, que provocan que la humedad y la temperatura se mantengan constantes durante el año provocan una alta densidad de vectores como Tabanus sp, principales transmisores mecánicos de la enfermedad. La situación que se refleja en este trabajo demuestra cómo influye la presencia de la enfermedad dentro de los establecimientos de cría bovina donde el equino es una herramienta de trabajo indispensable. En este establecimiento, como ocurre en muchos otros de la zona, los animales muestreados se encontraban en plena jornada de trabajo, ninguno de ellos manifestaba síntomas de la enfermedad y presentaban una buena condición corporal. Los cambios climáticos asociados a la presencia de los vectores de la enfermedad, las fallas en los controles sanitarios y el movimiento de animales, conllevan a que se presenten cada día más casos de la enfermedad inclusive en zonas donde hace mucho tiempo no se la reportaban. En el año 2015 se han presentado diferentes brotes de la enfermedad en una zona donde se consideraba a la enfermedad como controlada entre ellos se encontró un brote en el hipódromo de San Isidro, otro en Baradero ambos en provincia de Buenos Aires y un tercer brote en Riobamba, Córdoba, los animales presentaron síntomas se realizó serología y en todos los casos los animales enfermos fueron sacrificados. Al contrario de lo que sucede en nuestra zona que es endémica de la enfermedad, encontramos establecimientos con alta prevalencia, poca manifestación sintomática de los animales y siguen prestando utilidad bajo un esquema adecuado de trabajo.Se concluye que la incidencia fue en aumento durante el periodo en estudio.La enfermedad está presente en la región nordeste en diferentes situaciones de acuerdo al tipo de actividad que desarrollan los equinos. Están dadas las condiciones climáticas favorables para la presencia de los vectores mecánicos de la enfermedad durante la mayor parte del año lo que conlleva a su transmisión eficiente. El rol del veterinario en el diagnóstico clínico, la vigilancia epidemiológica y las medidas sanitarias a tomar son de vital importancia para controlar a la enfermedad, por lo cual evaluar la dinámica de infección en la población equina nacional, es nuestro compromiso.
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