Respuestas al enriquecimiento ambiental y social en cachorros de seis semanas
Fecha
2013-06-12Autor
Alabarcez, María Nieves
Koscinczuk, Patricia
Cainzos, Romina Paola
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
En el perro doméstico, el periodo de socialización se extiende entre las 3 y 12 semanas de vida, y permite a los cachorros establecer relaciones sociales, tanto con sus congéneres (socialización intra-específica) como con otras especies, incluyendo los humanos (socialización inter-específica). Dentro de este periodo, la relación materno-filial es indispensable en el proceso de aprendizaje. Esta etapa del desarrollo se caracteriza por el apego. En ella se reconocen tres fases: apego materno, durante los primeros 15 días, en el cual el rol materno asegura calor, nutrición y protección a las crías. A continuación, ocurre el apego mutuo, entre los 15 a 21 días, durante el cual los cachorros abren los ojos y oídos y se apegan a la madre al poder reconocerla. Finalmente, a partir de los 21 días, comienza el desapego materno, que coincide con el comienzo del destete, en el cual la madre va disminuyendo gradualmente la cantidad de atención a sus crías, e inversamente aumenta el grado de rechazo y agresión, para incentivar la independencia de su camada y poder iniciar un nuevo ciclo de celo y reproducción. El objetivo de este trabajo fue evaluar la preferencia de interacción social en cachorros de seis semanas. Para ello, se filmaron cachorros de seis semanas (n= 71) que aún convivían con la madre, en un contexto lúdico. Para cada camada, se filmaron sesiones de juego de siete minutos de duración. Los cachorros se filmaron en dos contextos diferentes: uno con juguetes, ofreciendo enriquecimiento ambiental, y el otro solamente con su madre, para evaluar el grado de preferencia de los cachorros a esta edad: juguetes (exploración) o la madre (apego filial). Luego de las filmaciones, los videos se reprodujeron desde una pantalla de PC y se realizaron observaciones focales, continuas y directas a cada cachorro. Se registraron las siguientes variables de comportamiento en frecuencia de ocurrencia: contacto visual (CVis), c. táctil (CTac), perseguir (Pers), morder (Mord), gruñir (Gruñi), gemir (Gemi), olfatear (Olfa) y explorar (Expl). Para el análisis estadístico se utilizó la prueba no paramétrica de Wilcoxon con un nivel de significación de P ≤0,05 para comparar el efecto de los tratamientos. Los cachorros realizaron significativamente más CVis (p< 0,05), Mord, Olfa y Expl (resto p<0,01) en el tratamiento con juguetes que con la madre. Asimismo, realizaron más Gruñi a los hermanos en este contexto, aunque sin diferencias significativas. Por otro lado, con la madre presente realizaron significativamente más actividades de CTac, Pers (ambos p< 0,01) y Gemi, aunque esta última sin diferencias significativas con respecto al tratamiento con juguetes. Los resultados obtenidos indicarían que si a los cachorros se les ofrece enriquecimiento ambiental con juguetes, dedican su tiempo especialmente a la exploración (Olfa, Expl) y competencia entre hermanos por los recursos (CVis, Mord, Gruñi). Por el contrario, cuando están con su madre, disminuiría su interés por la exploración ambiental o la interacción social con los hermanos, para dedicarse principalmente a la demanda de atención materna (CTac, Pers, Gemi). Mientras los cachorros están con la madre, la figura de apego es precisamente la materna, de allí el aumento de variables relacionadas a la demanda de atención de ese adulto que se torna regulador del homeostasis del desarrollo conductual del cachorro. Ante la ausencia de la figura de apego, la preferencia de contactos se relacionaría con la exploración del ambiente y reconocimiento de los otros individuos del grupo -hermanos de camada- y los juguetes.