Determinación de la eficacia de la deltametrina como repelente contra el vector de la leishmaniosis

Abstract

La Leishmaniosis es una zoonosis cuya incidencia, letalidad y dispersión geográfica aumento de manera preocupante en los últimos años en Argentina, Brasil y Paraguay donde se observa un cambio en la epidemiología de la enfermedad que se instala en áreas urbanas y peri-urbanas con virulencia exacerbada, siendo considera en Argentina como una de las enfermedades de denuncia obligatoria (Ley 15465, Decreto Nacional 3640/1954). (INP, 2014). Es una enfermedad zoonótica parasitaria producida por especies de protozoarios del género Leishmania, transmitida por flebotomíneos del género Lutzomyia, que afectan al hombre y a otros mamíferos, presentándose bajo distintas formas clínicas (tegumentarias y viscerales); siendo el perro el principal reservorio para alguna de las especies de Leishmania. Se han utilizado diferentes estrategias para controlar la enfermedad, numerosos estudios demuestran que la aplicación tópica en el perro de insecticidas con efecto repelente reduce la incidencia de la misma. Los piretroides y en especial la deltametrina han demostrado mayor eficacia. Estos productos repelentes evitan la succión de sangre por parte del vector (no-feeding effect), debido a que causan su muerte o desorientación y, en consecuencia, evitan la transmisión de la enfermedad. Sin embargo, la protección es de corta duración y son escasos los estudios de campo que demuestren su eficacia, por lo cual el objetivo del presente trabajo fue determinar la eficacia del empleo de pipetas a base de deltametrina como repelente en la reducción de casos de leishmaniosis visceral canina. Se realizó un estudio analítico longitudinal, el área de trabajo comprendió 4 manzanas del barrio Bañado Norte de la ciudad de Corrientes, elegidas al azar. Se realizó una encuesta en todas las viviendas del área seleccionada, la población de estudio correspondió a todos los caninos que allí habitan, y se los dividió aleatoriamente en dos grupos, grupo tratado y control. Todos los animales fueron sometidos a diagnóstico serológico para leishmaniosis visceral canina (LVC) por medio de la detección de anticuerpos anti-leishmania, conjuntamente se registraron en fichas epidemiológicas previamente confeccionas, variables demográficas, clínicas y ambientales. A los caninos correspondientes al grupo tratado se les colocó la pipeta con deltametrina, lo cual se repitió cada 28 días durante 10 meses, y a los canes del grupo control, se los mantuvo sin ningún tipo de repelentes para flebótomos. El seguimiento de ambos grupos se realizó a través de visitas mensuales, en las que se realizó inspección clínica de cada paciente, registrándose los datos observados. A final del año se renovó el diagnóstico serológico para LVC, a todos los canes. Los datos fueron registrados en plantillas de Excel 2010 y analizados con el software IBM SPSS Statistics 21. Se realizó un total de 83 encuestas, no todas las viviendas tenían caninos y algunas fueron renuentes a participar del estudio. Los grupos resultaron constituidos por 71 caninos para el grupo tratado y 42 para el grupo control. Se excluyeron del estudio a 2 caninos que fueron sero-reactivos al test diagnóstico. El promedio de edad fue de 4,4 (DE 3.1) y 4.8 (DE 3) en los grupos tratado y control respectivamente. Menos del 50% de los animales de ambos grupos es tratado rutinariamente con algún tipo de antiparasitario externo. En ambos grupos la mayoría de los animales tenían un estado general bueno, el 30% tenía algún tipo de lesión alopécica localizada no específica. En ambos grupos el 100% de las viviendas poseen patio, y más del 50% presentan características propicias para el desarrollo del vector. Al inicio del estudio se le aplico la prueba de serología a un total de 113 canes , luego de los 10 meses se volvió a realizar la serología siendo coincidente con la primera toma de muestras, la misma nos dio 101 caninos negativos; dado que durante el transcurso del trabajo se presentaron cambios en el número de canes incluidos en el proyecto, fallecieron 2 canes por razones ajenas a la enfermedad que intentamos evitar su contagio con el uso de pipetas a base de deltametrina; 4 canes fueron regalados y se perdió el contacto con ello. Además 6 propietarios decidieron salir del proyecto por razones personales, siendo una de la desventaja que se presentan al emplear un diseño longitudinal prospectivo. Con los resultados obtenidos podemos concluir con la aceptación de nuestra hipótesis dado que el empleo de pipetas con deltametrina sirvió como método repelente del flebótomo y como potencial medida de prevención para la LVC ya que los animales mantenidos con la misma no presentaron evidencias serológicas de la enfermedad. Teniendo en cuenta que en la experiencia cohabitaban animales enfermos con sanos y que no hubo contagio entre los mismos, se podría suponer que sería una herramienta

fundamental en la prevención. Sin embargo no podemos transpolar los resultados a la población debido a que nuestra n es pequeña.