Combinación de allopurinol y domperidona en el tratamiento de leishmaniosis visceral canina
Fecha
2016Autor
Llano, Eduardo G.
Maidana, Héctor Ricardo
Báez, Alejandro Daniel
Cabrera, Walter Ramón
Cao, José Alfredo
Amarilla, Oscar
Mouchard, Eduardo Ariel
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
El tratamiento de la leishmaniosis humana en la Argentina está normatizado con el esquema terapéutico sugerido por la OMS y es suministrado por el estado nacional que lo distribuye en forma gratuita a las diferentes provincias endémicas. Las drogas utilizadas son los antimoniales pentavalentes (Antimoniato de Meglumina, Estibogluconato de Sodio), la anfotericina B (Desoxicolato, formulaciones lipídicas). Estas drogas son desaconsejadas en el tratamiento farmacológico de perros afectados con leishmaniosis visceral por aumentar el riesgo de generación de cepas resistentes de Leishmania sp. El objetivo del trabajo es utilizar una combinación de allopurinol a la dosis de 10 mg/Kpv cada 12 hs. vía oral y domperidona a la dosis de 0,5 mg/Kpv cada 24 hs. vía oral como tratamiento farmacológico de la Leishmaniosis Visceral Canina. Se utilizaron 2 machos, caninos, adultos, polisintomáticos, con alta carga parasitaria de Leishmania chagasi, diagnosticados en el Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias UNNE. Posteriormente a la notificación de las autoridades sanitarias y con la autorización y compromiso de los propietarios responsables, se inició el siguiente protocolo. Utilización de collar repelente con recambio a los 6 meses. Indicación de castración, aunque ambos propietarios se rehusaron a la misma. El paciente (1) Doberman, de 2 años, comenzó el tratamiento el 06/10/2015 con un peso inicial de 41,600 Kg. El paciente (2) de raza indefinida, 2 años de edad, comenzó el tratamiento el 20/05/2016 con un peso inicial de 14,400 Kg. Se realizó exploración clínica y análisis bioquímicos de sangre y orina extraída por sondaje uretral, en el laboratorio de análisis clínicos, dependiente del Hospital de la Facultad con intervalos de 30 días. Con esa misma frecuencia se realizó estudios de carga parasitaria en base a cantidad de macrófagos infectados y cantidad de amastigotes por macrófagos en relación al número de campos observados. Al mes de iniciado el tratamiento, ambos pacientes mostraron mejoría clínica, aumento de peso, disminución de la carga parasitaria y normalización de la relación proteinuria- creatinuria. En el análisis de sangre se observó en ambos pacientes aumento de globulinas y fluctuaciones en el recuento de glóbulos rojos, glóbulos blancos, hematocrito, hemoglobina y plaquetas. Los analitos en sangre que no mostraron significación en la respuesta al tratamiento fueron: urea, creatinina, GOT, GPT y FAL. El paciente (1) discontinuó el tratamiento a los 2 meses de iniciado, observándose en la exploración clínica disminución de peso y en los análisis de laboratorio aumento de la carga parasitaria y alteración en la relación proteinuria-creatinuria. El paciente (2) continúa el tratamiento con evolución clínica y de laboratorio favorable. La combinación de alopurinol utilizado como parasitostático y la domperidona como inmunomodulador a la dosis indicada y en el tiempo que abarca este trabajo, muestra resultados favorables en la mejoría clínica y de laboratorio, con disminución de la carga parasitaria, si bien es necesario una mayor casuística y tiempo de ensayo, los resultados permiten inferir a este protocolo como alternativa en el tratamiento farmacológico de la Leishmaniosis Visceral Canina.