Estilo de vida en niños y niñas con malnutrición por exceso asistidos en el primer nivel de atención de salud
Resumen
Introducción: La malnutrición por exceso constituye una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que se puede prevenir, e
incluye el sobrepeso y la obesidad. En los niños y adolescentes, la obesidad determina diversos riesgos en el ámbito biológico,
psicológico y social, lo que afecta la esfera de relaciones personales, familiares y académicas. Objetivo: describir el estilo de vida de
niños y niñas en etapa escolar con sobrepeso u obesidad asistidos en el primer nivel de atención de Corrientes.2022. Materiales y
métodos: Estudio descriptivo, observacional. Muestreo no probabilístico por conveniencia. Las variables agrupadas en
sociodemográficas; características antropométricas y estilo de vida. La recolección de datos incluyó encuesta a tutores, control
antropométrico y valoración nutricional de niños y niñas. Los datos fueron sometidos al análisis estadístico. Se respetaron principios
éticos universales y derechos del niño. Resultados: Se analizaron 68 encuestas. En las variables sociodemográficas se observó una
edad media de 7,5 años, de sexo masculino (52,9%), con un IMC promedio de 22. El 100% eran niños con malnutrición por exceso
de peso. El patrón alimentario el 60,2% de los niños no tenía horarios fijos para las comidas. El 100% de los niños almorzaban y
cenaban en sus casas, aunque con elevada frecuencia la comida provenía de viandas (79,4%). Durante la última semana, el 35,3%
de los infantes habían consumido lácteos/derivados y el 36,7% carne vacuna entre 3-4 veces. Con referencia a las bebidas que
consumían los infantes el 57,3% refirió que la principal fueron gaseosas. El 35% de los niños no realizaban actividad física al aire
libre o lo realizaban 1 o 2 veces por semana de forma irregular. el 60,3% de los niños dormían por noche más de ocho y el 76,4% se
despertaba algunas veces con sensación de no dormir suficiente. Discusión: La población estudiada tiene edad media de 7,5 años,
mayor frecuencia de varones y un IMC promedio de 22 muestra malnutrición por exceso de peso. Referente a los hábitos y
frecuencia de alimentos los tutores encuestados refieren como aspectos positivos que los niños en general tenían un lugar fijo para
alimentarse, incluso un hábito de comer sentados. Mientras que los aspectos negativos que manifestaron con mayor frecuencia
recaen sobre el hecho de que los niños no tenían horarios fijos para las comidas, no realizaban las cuatro comidas diarias. Hábito
considerado negativo para el estado nutricional del niño, según lo observado por Agobian y col. 4 Se observó que los infantes habían
consumido lácteos, carne vacuna, vegetales y gaseosas. Agobian y col. identifico que la frecuencia del consumo de comida rápida y
golosinas en escolares es más en aquellos que presentaron malnutrición por exceso.4 Se remarca que los niños no realizaban
actividad al aire libre o lo realizaban algunas veces por semana de forma irregular, el 60,3% dormían por noche más de ocho horas,
aspecto negativo ya que los niños con peso normal tienen mejores hábitos de sueño que los niños con sobrepeso u obesidad, lo cual
puede estar vinculado mayor apetito, mayor fatiga y con el tiempo mayor obesidad.3