La incidencia de la disciplina en la formación para la investigación
Resumen
El objetivo del presente trabajo, es reconstruir algunos rasgos de la formación disciplinar en biología, instauradas por los directores de equipos de investigación para formar investigadores noveles.
-MATERIALES Y MÉTODOS:
Los casos seleccionados para el presente estudio son los equipos de investigación, si bien para este trabajo se recuperaron las voces de dos directores de equipos de investigación de la carrera de Biología de la universidad pública, escogidos en función de que fueran reconocidos por sus pares como investigadores formados. En el primer caso se trata de una Doctora en Biología, Investigadora del CONICET, Categoría de docente Investigador II Profesora Titular de la Cátedra Paleontología (B1) En cuanto a B2, es Doctora en Biología, posee una Categoría de docente Investigador II, es Profesora Titular de la cátedra Biología de los Artrópodos. La recolección de los datos se llevó a cabo a través de entrevistas en profundidad, las que pretendieron recabar información de aspectos referidos a la formación para la investigación en la disciplina que se enseña, se aprende y se investiga en esos contextos. Para el presente trabajo se ha recuperado uno de los tópicos que compuso la entrevista denominado: “Lo que hace el director para la formación”. La información obtenida de los discursos de los directores en lo referente a los ítems mencionados se analizó conforme con la técnica de análisis del contenido en su versión cualitativa.
-RESULTADOS Y DISCUSIÓN:
De modo general destacan que el rol del director en la formación para la investigación es el acompañamiento y orientación a sus becarios en sus diferentes instancias. En cuanto a las habilidades necesarias como condiciones a priori, ambos destacan la creatividad, la iniciativa, la disposición, la responsabilidad, habilidades éstas destacadas por Moreno Bayardo (2013). En cuanto a las condiciones específicas en vínculo con la disciplina, en la paleontología, el becario se inicia de manera gradual, a través del conocimiento del tema y de la lectura de la bibliografía disponible. Amén de ello, el caso B2 menciona la elaboración del plan de beca como un momento necesario para que éste se vincule con el objeto de investigación desde la formulación del proyecto mismo. En este caso, B1 aporta acerca de la importancia de la elección del tema por parte del tesista dado que lo impuesto no muestra eficaces resultados. Aquí se destaca la experiencia protagónica del tesista, donde la figura del director despliega su saber en función de los requerimientos del objeto de investigación del becario. (Mancoskvy 2013:24). En lo referente a las orientaciones metodológicas, en el caso B1, éstas se dan particularmente en el trabajo de campo, donde le enseña a observar e imaginar los objetos de investigación, es decir cómo buscar y determinar un fósil, cómo conservarlo, cómo rotularlo y cómo seleccionar el material. En el caso B2 los orienta de acuerdo con las metodologías funcionales a su objeto de estudio y a la efectividad de éstas en su espacio de muestreo. Asimismo posibilita al becario recrear las metodologías o elaborar propuestas metodológicas propias. En cuanto a la instancia de análisis de los datos, la presencia de los objetos de la empiria tiene una impronta muy fuerte, donde la recolección de los datos en el trabajo de campo y en el laboratorio decrece a medida que se avanza en el proceso de investigación hacia las teorizaciones y aspectos reflexivos. Este último se acentúa más en la paleontología debido a la presencia de la subjetividad puesta en los procesos reconstructivos del pasado. Así, el dato se encuentra en continua construcción y recursividad, asumiendo de este modo particulares dimensiones en el momento previo a la escritura. Lo dicho anteriormente aporta matices a lo expresado por Corral y Bar (2012) y Bar (2013) cuando afirman que en la biología el dato es elocuente y no deja aparentemente lugar a la interpretación. En el proceso de escritura, ambas destacan que es la instancia en que objetivan el dato, en este sentido según Knorr Cetina (2005) la escritura científica es el cimiento comunicativo de la ciencia. Esa cimentación se hace visible en las negociaciones concretas del laboratorio donde se produce la construcción y deconstrucción altamente selectiva de los hallazgos científicos y que conduce a la reconstrucción permanente del conocimiento (2005:82). Es en la instancia de la escritura donde el científico debe despersonalizarse y exponer todo lo realizado de manera argumentada posible excluyendo aspectos referidos a la cocina de la investigación. En dicho proceso los becarios deben desplegar de las habilidades de construcción conceptual (Moreno Bayardo, 2015) donde se los orienta con bibliografía que les permiten comprender la temática en estudio. En función de lo expuesto, puede verse que las orientaciones por parte de los directores se ven fuertemente impregnadas por la formación disciplinar de pertenencia.