La recepción de Kant como intersección de los proyectos gnoseológicos de C. S. Peirce y F. Nietzsche
Resumen
El plan de trabajo de la beca de pre-grado dentro del cual se encuadra el presente trabajo tiene como objetivo realizar un abordaje
comparativo de la obra de C. S. Peirce y de F. Nietzsche, entendiéndolas como dos de las producciones filosóficas del siglo XIX en
las que germinaron las primeras grandes críticas frente al ideal moderno del conocimiento. Como la propuesta específica supone una
tematización de sus programas gnoseológicos desde el fenómeno del lenguaje, y como la beca se encuentra transitando sus meses
iniciales, la presente comunicación tiene por objetivo rastrear un punto de partida común que suponga una confrontación entre sus
sistemas de articulación sígnica.
El estudio comparativo de los proyectos gnoseológicos de F. Nietzsche y C. S. Peirce advierte rápidamente múltiples intersecciones
y solapamientos. La heterogénea configuración de sus puntos comunes gana más claridad si se busca como punto de partida común
la particular posición que cada uno adopta frente al criticismo kantiano. La fuerza del impulso crítico científico en Peirce, bajo la
forma de una indagación inferencial acicateada por las sorpresas que resquebrajan el flujo continuo y uniformemente reglado de la
experiencia y los hábitos o esquemas de acción que tenemos frente a ella, y en Nietzsche, entendida como tracción moral derivada
de la veracidad cristiana –y más originariamente de un instinto orgánico de conservación– y reconfigurada como voluntad de verdad,
reconducen la investigación hacia las condiciones de posibilidad de la misma actividad. En ambos casos el pensar crítico redefine su
relación con los postulados básicos que sustentan el empirismo trascendental kantiano, haciendo orbitar sus discusiones en torno a
la legitimidad del dominio nouménico, que finalmente tanto en Nietzsche como en Peirce, en virtud de un similar criterio pragmático,
es desechado como excedente innecesario. Al estropear la instancia sobre la que se sustentaba la legitimidad apriorística de los
enunciados de la razón, el pensar busca brindar nuevas bases a la respuesta por las condiciones de posibilidad del conocimiento.
De este modo, Nietzsche y Peirce reconstruyen, cada uno a su manera, modelos ontológicos que rearticulan nuevos criterios de
verdad, a la vez que un nuevo estatus para la metafísica. La metafísica en Peirce busca ser refundada como investigación empírica a
posteriori que, extrayendo sus principios de los análisis lógicos, desplace la aprioridad desde formas universales de la intuición hacia
ideas regulativas de la investigación, construya una doctrina realista de las universales o Terceridades y postule un sinejismo como
principio regulativo de la lógica de la indagación científica. En Nietzsche, al no coincidir en última instancia los criterios de verdad con
cualquier forma pragmática –dentro de los cuales caen los criterios lógicos, psicológicos, políticos, etc.– ni tampoco con cualquier
forma correctiva, el valor mismo de verdad se deflaciona y frente a él se erige el imperativo trágico de la disolución de la metafísica.
La modulación crítica que acompaña al levantamiento de estos constructos encuentra su momento de mayor radicalidad en una serie
de reproches lógicos y lingüísticos, ante los cuales se reformula una nueva trascendentalidad ahora bajo la forma de procesos de
representación sígnica: la metaforización en el caso de Nietzsche y la semiosis por el lado de Peirce. Ganar un punto de partida
común a ambos proyectos en la discusión ante el criticismo kantiano significa, al mismo tiempo, allanar el terreno de sus propias
construcciones gnoseológicas. En el marco general del plan de trabajo de la beca, la confrontación de sus posturas gnoseológicas
desde una perspectiva lingüística se nutre considerablemente con el esclarecimiento y la exposición de los procesos de semiosis y
metaforización como resortes internos fundamentales de sus propuestas.
La propuesta de Peirce busca refundar las condiciones de posibilidad de la indagación científica, y para ello persigue las operaciones
inferenciales, bajo su carácter abductivo, al interior del proceso semiósico de representación sígnica, reintroduciendo los objetos
empíricos como denotata inmediato construido en la articulación del juicio perceptivo de manera recíproca junto a un fundamento
cualitativo (ground) y bajo la mediación legaliforme de una Terceridad (interpretante). La metaforización nietzscheana señala, al igual
que la semiótica de Peirce, en la articulación lingüística la irreductible mediación de una instancia conceptual bajo la forma de la
necesaria jerarquización que supone toda apertura valorativa de la voluntad, pero a ella le contrapone la complementariedad
originaria del saber retroactivo del eterno retorno. Lo que se opone, a fin de cuentas, en ambos es la modalidad de tematización del
problema del fundamento.