Producción secundaria en recría de novillitos sobre sorgo forrajero
Resumen
En las últimas décadas, la expansión de la agricultura restó superficie a la producción
ganadera, lo que se tradujo en aumento de carga animal, generalmente sobre potreros de
inferior calidad. El aumento de la superficie de cosecha gruesa entre la campaña
1999/00 a la 2012/13 fue de 12 millones de ha entre los cultivos de soja (69%), maíz
(21%) girasol (6%) y otros (4%) (SIIA, 2013).
Actualmente incrementar la producción de forraje, y conservarlos, representa un reto en
sistemas que tradicionalmente tuvieron bajos costos de producción. El sorgo se presenta
como una excelente opción para lograr altas producciones de forraje por hectárea de
manera estable a lo largo del tiempo. Esto se debe principalmente a la adaptación a
suelos de baja fertilidad, salinos o de mayor acidez; a la mayor resistencia a las sequías
y a su mayor capacidad de rebrote (Royo, Oprandi, 2013). Una de sus características
más sobresalientes es que está provisto de una estrategia de latencia que le permite
suspender el crecimiento hasta que se restablezcan nuevamente las condiciones
favorables (Carrasco et al, 2011).










