Estudios preliminares sobre los efectos de altas temperaturas en la respuesta de plantas de tomate (Solanum lycopersicum L.) sometidas a estrés por inundación
Resumen
El tomate (Solanum lycopersicum L.) es una especie originaria de América del Sur, más precisamente de la región Andina comprendida entre el sur de Colombia y el norte de Chile. Aunque hasta hoy en día existen aspectos poco claros respecto a su origen y domesticación, se cree que fue llevado a Centroamérica donde se domesticó y ha sido parte de la dieta básica
en esa región por siglos. Aparentemente, el tomate ya se encontraba integrado a la cultura azteca al momento de la llegada de los españoles (Bergougnoux, 2014). En Europa no existen registros de la especie para períodos anteriores a la llegada de los colonizadores a América, existiendo al respecto fuertes indicios de que su distribución mundial tuvo origen a partir de
las primeras expediciones de colonización. Los primeros usos del tomate en Europa fueron con fines ornamentales debido a sus flores amarillas y frutos también amarillos o rojos. España e Italia fueron los primeros países del viejo mundo en incorporarlo como hortaliza, aunque durante muchos años se lo consideró como no apto para el consumo ya que muchas Solanáceas nativas europeas contienen glicoalcaloides tóxicos (Bergougnoux, 2014). Los portugueses fueron quienes consolidaron su comercio en el sur de la India en el siglo XVI, pero su cultivo en escala comercial parece iniciarse recién a finales del S. XIX (De Pedro, 2019)










