Síndrome vestibular central como indicador de masas ocupantes de espacio intracraneales
Resumen
El presente trabajo se realizó sobre un caso que asistió a consulta a la Veterinaria del
Sol. Paciente de especie canina, raza Shar Pei, sexo hembra castrada, de cinco años de
edad. Presentaba inclinación cefálica hacia el lado izquierdo, marcha en círculos
cerrados hacia el lado derecho, nistagmo horizontal y ptosis del lado izquierdo de la
cara. Se observó abundante secreción y se realizó un hisopado del oído izquierdo,
diagnosticando otitis por Malassezia sp con presencia de estructuras compatibles con
bacterias. Se sospechó entonces de un síndrome vestibular por otitis media y se inició
tratamiento con antimicóticos, antibióticos y prednisolona. En el análisis de sangre no
se detectaron alteraciones. Se llevó a cabo una radiografía de bullas timpánicas,
observándose las mismas normales. El cuadro progresó presentando nistagmo vertical,
disnea, vocalizaciones, incapacidad de levantarse, atrofia de músculos masticatorios
izquierdos por parálisis y pleurotótonos hacia el lado derecho. El presuntivo cambió a
síndrome vestibular central, se agregó analgesia y se indicó una tomografía axial
computada en busca de lesiones neoplásicas. El estudio reveló la presencia de múltiples
masas ocupantes de espacio hiperdensas, las dos más predominantes ubicadas en el
lóbulo frontal derecho y el tronco encefálico. La paciente falleció un día después de
realizado el estudio, los propietarios se negaron a la necropsia. La lesión troncal
confirmó la afección vestibular central, afectándose también los núcleos faciales dando
la parálisis. La marcha en círculos contralateral al lado de la afección vestibular se debió
a la segunda lesión de gran tamaño, siendo esta un signo supratentorial. El empleo de
contrastes endovenosos y la toma de LCR podría haber ayudado a dilucidar aún más
sobre la etiología, pero solo la histopatología podría haberla confirmado. Los
presuntivos incluyeron neoplasias y enfermedades inflamatorias no infecciosas. Los
tratamientos de ambas patologías incluyen el uso de corticoides, en forma paliativa para
las neoplásicas y junto con inmunosupresión como tratamiento definitivo de las
inflamatorias. Cirugía, radioterapia y quimioterapia son terapias definitivas para los
tumores. La neurolocalización resultó ser clave a la hora de identificar la región
afectada, continuando en busca de diferenciales y empleando métodos complementarios
específicos. Las particularidades del caso incluyen los signos multifocales, su curso e
incongruencia en características etarias con uno de los posibles diferenciales, los
tumores. La terapia guiada solo habría sido posible ante una confirmación
histopatológica.










