Determinación de la eficacia de la deltametrina como repelente contra el vector de leishmaniosis (continuación)

Abstract

La leishmaniosis es una enfermedad infecciosa, potencialmente mortal y curable, producida por diferentes especies de protozoarios pertenecientes al género Leishmania, transmitida por flebotomíneos de la familia Psychodidae género Lutzomyia(Acha y Szyfres,1997).Forma parte del grupo de enfermedades denominadas desatendidas,porque afectan más a los grupos que viven en condiciones de vulnerabilidad,en áreas remotas,vinculada a los cambios ambientales,la urbanización y la pobreza aumenta el riesgo de la misma.Es considerada como una enfermedad endémica en 98 países,con más de 350 millones de personas en riesgo de transmisión.Se estima que se produjo en el mundo entre 50.000 y 90.000 nuevos casos de leishmaniosis visceral(LV) y 0,6 millones y 1 millón de casos nuevos leishmaniosis cutánea(LC),con una tasa de mortalidad del 7%.(OMS,2017).En Argentina se han notificado 54 casos de LV, 80 casos de LC y 8 casos de leishmaniosis mucosa(LM),de los cuales fueron confirmados 2 casos de LV, 52 LC y 7 de LM,durante el año 2.016 hasta marzo del 2.017. (Boletín Integrado de Vigilancia,2017).Se han utilizado diferentes estrategias para controlar la enfermedad,numerosos estudios demuestran que la aplicación tópica en el perro de insecticidas con efecto repelente reduce la incidencia de la misma.Los piretroides y en especial la deltametrina han demostrado mayor eficacia.Sin embargo,la protección es de corta duración y son escasos los estudios de campo que demuestren su eficacia,por lo cual el objetivo del presente trabajo fue determinar la eficacia del empleo de pipetas a base de deltametrina como repelente en la reducción de casos de leishmaniosis visceral canina.Se realizó un estudio analítico longitudinal,el área de trabajo comprendió 4 manzanas del barrio Bañado Norte de la ciudad de Corrientes.Se realizó la actualización de los datos de la encuesta en las viviendas del área seleccionada,la población de estudio correspondió a los caninos que allí habitan,se los dividió aleatoriamente en grupo tratado y grupo control.Todos los animales fueron sometidos a diagnóstico serológico para leishmaniasis visceral canina(LVC).A los animales seronegativos al test,correspondientes al grupo tratado se les colocó la pipeta repelente,lo cual se repite cada 28 días,durante 10 meses y a los canes del grupo control, se los mantuvo sin ningún tipo de repelentes para flebótomos. A final del año se renovó el diagnóstico serológico para LVC, a todos los canes.Los datos fueron registrados en plantillas de Excel 2010 y analizados con el software IBM SPSS Statistics 21.Se realizó un total de 85 encuestas, no todas las viviendas tenían caninos y algunas fueron renuentes a participar del estudio.Los grupos resultaron constituidos por 57 caninos para el grupo tratado y 57 para el grupo control.Se excluyeron del estudio a 3 caninos que fueron sero-reactivos al test diagnóstico.El promedio de edad fue de 4,4(DE 3.1) y 4.8(DE 3)en los grupos tratado y control respectivamente. Del total de los animales el 52,6% eran machos y el 47,4 % eran machos.El 79% de los animales de ambos grupos es tratado rutinariamente con algún tipo de antiparasitario.En ambos grupos la mayoría de los animales tenían un estado general bueno,el 30% tenía algún tipo de lesión alopécica localizada no específica.En ambos grupos el 100% de las viviendas poseen patio,y más del 50% presentan características propicias para el desarrollo del vector.El seguimiento se llevó a cabo cada 28 días, se realizó la colocación de la pipeta a cada uno de los canes pertenecientes del grupo tratado, además de la inspección clínica de cada paciente ,registrándose los datos observados.Los resultados de la serología después de los 10 meses de finalizada la experiencia fue coincidente con la primera toma de muestras,la misma dio,114 caninos negativos.Con los resultados obtenidos podemos concluir con la aceptación de nuestra hipótesis,ya que se demostró que el empleo de pipetas a base de deltametrina poseen una mayor eficacia para el control de la propagación de esta enfermedad mediante la protección de los perros,los cuales son los principales reservorios de Leishmania infantum,frente a los vectores.Teniendo en cuenta que en la experiencia cohabitaban animales enfermos con sanos y que no hubo contagio entre los mismos,se podría suponer que sería una herramienta fundamental en la prevención de animales en las zonas endémicas,pudiendo integrarse en programas de prevención de la leishmaniosis canina,suponiendo una visión integral del problema en el control de vectores y reservorios,educación sanitaria, vigilancia pasiva y activa con registro de casos, desarrollo de métodos diagnósticos que permitan la detección de los enfermos,tratamiento precoz de los afectados y, cuando sea posible,profilaxis con vacunas ,contribuyendo de esta manera con la reducción de la incidencia de la enfermedad tanto canina como humana.Sin embargo no podemos transpolar los resultados a la población debido a que nuestra n es pequeña.