Evaluación de daño renal a través de la determinación de creatinina en suero y de la proteinuria en caninos con Leishmania infantum y en coinfección con Hepatozoon canis
Resumen
La Leishmaniasis canina por Leishmania infantum es una enfermedad infecciosa sistémica con potencial zoonótico que es bastante
común entre la población canina en muchas partes del mundo. La hembra del flebótomo Lutzomya longipalpis es el principal vector
transmisor en nuestro medio. Los hallazgos clínicos más frecuentes son fiebre, anorexia, linfoadenomegalia, lesiones cutáneas,
palidez de las mucosas, anemia y petequias. La hepatozoonosis canina es producida por el protozoario apicomplexo Hepatozoon
canis, transmitido a los caninos por la garrapata común del perro (Rhipicephalus sanguineus). Esta, puede presentarse desde
asintomática con bajos niveles de parasitemia hasta una enfermedad grave potencialmente mortal caracterizada por altos niveles de
parasitemia, fiebre, anemia y letargo. La falla renal, puede ser la única manifestación de la leishmaniasis canina. Se caracteriza por
un curso lento, progresivo, y frecuentemente asintomático y representa una de las principales causas de mortalidad en caninos con
Leishmania. La disfunción renal es causada principalmente por la respuesta inflamatoria desencadenada por el depósito de
inmunocomplejos a nivel glomerular y tubular. Estas lesiones renales afectan la filtración glomerular y la funcionalidad tubular e
intersticial, alterando la capacidad de concentración de la orina, reabsorción y excreción de solutos como las proteínas y los
electrolitos. En caninos con hepatozoonosis al igual que en el caso de la leishmaniasis, también se puede presentar
glomerulonefritis. El objetivo de este trabajo fue establecer la presencia de daño renal a través de la determinación de creatinina en
suero sanguíneo y proteína en orina en caninos con Leishmania infantum y coinfectados con Hepatozoon canis. En este estudio se
incluyeron tres caninos adultos de raza mestizo, dos de sexo hembra y un macho. Todos los pacientes presentaban una baja
condición corporal (score 2), uno de ellos caquexia, sin embargo conservaban el apetito, además se observaron lesiones
descamativas y ulcerativas en piel y mucosas pálidas. Se desconoce tiempo de evolución ya que fueron rescatados de la periferia
urbana de la ciudad de Resistencia- Chaco, pero por las características de las lesiones y el estado general del paciente se asume
una evolución de no menos de 21 días. Se obtuvieron muestras de sangre de todos los pacientes durante la consulta clínica. Para la
obtención del hematocrito, la sangre fue procesada en un contador hematológico (Mindray BC-2800Vet) con EDTA tripotásico como
anticoagulante. Para la determinación de creatinina se utilizó el método cinético, y en cuanto a las Proteínas totales se utilizo el
método colorimétrico, ambas determinaciones se procesaron en el autoanalizador Metrolab CM 250 de Wiener Lab ®. Las muestras
de orina fueron tomadas por la técnica de chorro medio, y fueron analizadas en primera instancia para determinar la densidad
mediante refractometría con refractómetro clínico de mano Arcano ® de 3 escalas y evaluación de la proteinuria con tiras reactivas
Wiener Lab ®. Para el diagnóstico de las enfermedades Leishmania infantum y Hepatozoon canis se uso el método diagnostico
PAAF de medula ósea obtenida por arriba de la unión condro-costal y ganglio poplíteo. Las muestras fueron fijadas con alcohol al
96% y teñidas con Giemsa para luego ser observadas con el objetivo de inmersión (100X). En los tres pacientes se encontró en la
citología de medula y de ganglio poplíteo amastigotes de Leishmania infantum y en uno de ellos además se encontró Hepatozoon
canis. La infección simultánea con dos o más patógenos, se considera como algo relativamente común . Los resultados del
hemograma revelaron anemia severa de todos los pacientes. Con respecto a la evaluación de las Proteínas totales, los pacientes
positivos a Leishmania infantum presentaron uno hipoproteinemia y el otro se encontraba dentro del parámetro esperado para la
especie, y en cuanto al paciente con coinfección Leishmania infantum y Hepatozoon canis el mismo se encontraba con
hiperproteinemia. Se espera que los estadios más avanzados de un paciente con leishmaniasis y/o hepatozoonosis, sean los que
presenten los valores más elevados de proteínas séricas, debido a la reacción inmunomediada que se produce. Los valores de
creatinina sérica de los caninos con leishmaniasis se encontraban dentro de los parámetros normales para la especie, sin embargo
en el individuo con coinfección estaba aumentada. En la práctica, los valores de creatinina sérica se usan como indicadores
indirectos de la tasa de filtrado glomerular, porque aumenta a medida que tasa de filtrado disminuye. Teniendo en cuenta este valor y
su significado clínico según las guías para diagnóstico y tratamiento de las enfermedades renales, este se encontraba en un estadio
II de la enfermedad. En el urianálisis de todos los pacientes se encontró proteinuria. En cuanto a la densidad los infectados con
Leishmania presentaron orinas en el rango de la hiperestenuria, mientras que en el caso de la coinfección con Hepatozoon canis
estaba en el rango de la isostenuria, este valor es esperable en este paciente ya que es el que más daño renal presentaba. Con los
resultados obtenidos en este trabajo, el canino con la coinfección fue el que más sintomatología presentó, podríamos atribuir a esto
la gravedad de los mismos. Es fundamental, una vez que se ha diagnosticado la infección con Leishmania infantum, poder
determinar a través de los diferentes marcadores de daño renal un estadio a la enfermedad, para establecer tratamientos adecuados
o para predecir la progresión hacia etapas más graves e irreversibles.
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