Entre el asociativismo y la empleabilidad. Experiencias de mujeres receptoras de programa en la ciudad de Corrientes
Resumen
En la última década, la política sociolaboral en la Argentina se caracterizó por el despliegue de un conjunto de programas que
transitaron desde la promoción de formas colectivas de organización del trabajo orientados a la economía social y la organización
cooperativa de los trabajadores desocupados, a intervenciones orientadas principalmente a promover la empleabilidad e inserción
laboral en el mercado de trabajo formal.
Entre aquellas que promovieron instancias de organización colectiva del trabajo, el Programa Ingreso Social con Trabajo (PRIST) a
través de sus componentes “Argentina Trabaja” (AT) y “Ellas Hacen” (EH), representó una de las principales intervenciones que, a
diferencia de políticas antecesoras, tuvo un alcance masivo e incorporó en su génesis nociones de protección social integral.
Particularmente el componente “Ellas Hacen”, tenía por objeto intervenir sobre la problemática socio-ocupacional de mujeres en
condición de pobreza y se diferenciaba de líneas antecesoras por promover la conformación de cooperativas como mediatizadoras
de la contraprestación conformando una red interjurisdiccional como mecanismo para contener integralmente la problemática de las
destinatarias. (Arcidiácono y Bermúdez, 2018)
En términos normativos se establecía una instancia de precooperativización destinada a formar, capacitar para el trabajo y promover
la finalización de estudios formales de las receptoras. Estos aspectos conformarían las bases para consolidar la organización
cooperativa.
A partir de 2016, se implementaron una serie de reformas normativas fundadas en argumentos que aludían al fracaso del esquema
cooperativo y su deficiencia para alcanzar la inserción sociolaboral de las mujeres destinatarias. En este sentido, Ferrari Mango
(2020) señala que en los primeros años de gestión de la alianza Cambiemos se incorporaron nuevos entes ejecutores y ofertas de
capacitación teniendo como fin la desarticulación del dispositivo de cooperativas de trabajo.
En 2018, estas modificaciones materializaron la unificación de las líneas Argentina Trabaja y Ellas Hacen bajo el programa Hacemos
Futuro (HF), a partir del cual se establecieron nuevas condiciones para que las destinatarias continuaran percibiendo las
prestaciones. De esta manera se definieron la actualización anual de datos, la terminalidad educativa obligatoria y la realización de
actividades de capacitación laboral (Resoluc. 151/18-MDS) como condicionalidades y, por otro lado, se disolvieron las cooperativas y
reorganizaron los grupos de mujeres en función de la oferta de formación disponible.
Particularmente en la ciudad de Corrientes la cobertura del programa Ellas Hacen alcanzaba a 2.972 mujeres ejecutándose
inicialmente a través del gobierno municipal, ejecución que a partir de 2016 se trasladó a la esfera de la provincia con el consecuente
reordenamiento administrativo y las implicancias que eso tuvo en término de relación entre los actores en la implementación
(destinatarias, organizaciones, técnicos, funcionarios locales y nacionales)
Para algunos autores (Ferrari Mango y Tirenni, 2017; Arcidiácono y Bermúdez, op. cit.) estos cambios reorientaron el programa
centrando su intervención en actividades de formación y capacitación como herramientas para facilitar la inserción en empleos
formales, promoviendo el despliegue de estrategias individuales bajo la lógica de la empleabilidad.
En función de lo descrito, este trabajo analiza, a partir de recuperar las experiencias y significaciones de las destinatarias, de qué
manera influyeron estos cambios en las mujeres receptoras del programa “Hacemos Futuro” en la ciudad de Corrientes. En términos
metodológicos, se instrumentó una estrategia cualitativa construyendo los datos a partir de fuentes secundarias, principalmente
centradas en el análisis documental de los componentes programáticos y, fuentes primarias consistentes en entrevistas grupales e
individuales a destinatarias.










