Alfabetización entre Wichí del Chaco : la intervención de religiosos y laicos tercermundistas (1970CIRCA)
Fecha
2013Autor
Almirón, Victoria Soledad
Artieda, Teresa Laura
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
A principios de 1970 un grupo de religiosos y laicos tercemundistas iniciaron acciones de alfabetización en una
comunidad wichí de la zona que hoy conocemos como El Sauzalito, Chaco. En esta comunicación se presenta una
descripción general de la experiencia. La metodología es de índole cualitativa y se privilegia la entrevista en
profundidad como procedimiento de relevamiento de información. La entrevista -en dos sesiones- se realizó a una de
las alfabetizadoras principales quien posteriormente trabajó en el área wichí en escuelas del Programa de Educación
Bilingüe Intercultural en las décadas de 1990 y 2000. Se analizaron también documentos oficiales, como las bases de
campañas nacionales de alfabetización (1965-1973), y se consultaron investigaciones cuyos resultados proveen datos
para contextuar la experiencia.
A finales de la década del '60 un grupo de católicos tercermundistas, algunos también empleados de la Dirección
Provincial del Aborigen, reabrieron Misión Nueva Pompeya (a cargo de la Orden Franciscana desde principios del S.
XX hasta finales de los años '40), e iniciaron actividades en salud, educación e infraestructura y crearon una
Cooperativa de Trabajo (Hermitte, 1995; Lanusse, 2007). En 1971, por petición de una comunidad indígena, algunos
miembros de este grupo se trasladaron a El Sauzalito. Realizaron tareas de apertura de caminos y corte de postes (los
cuales eran vendidos por la Cooperativa Nueva Pompeya). En salud una enfermera religiosa belga, gestionó la
capacitación de un wichí como agente sanitario y se habilitó un centro de salud para el tratamiento de la tuberculosis,
control de niños sanos, atención a embarazadas, etc.
En educación las tareas se orientaban a la alfabetización que, si bien incluía a criollos residentes en la zona, estaba
prioritariamente dirigida a los indígenas; niños y adultos de ambos sexos. Las alfabetizadoras eran una licenciada en
psicopedagogía -oriunda de Buenos Aires- y una maestra, ambas jóvenes pertenecientes al grupo de católicos
tercermundistas, dos wichí de la zona colaboraban como maestros auxiliares. Después de un tiempo de iniciada la
actividad la psicopedagoga obtuvo un cargo como alfabetizadora en la DINEA Dirección Nacional de Educación del
Adulto y los auxiliares indígenas eran remunerados con mercaderías por la Cooperativa de Trabajo
Las clases se organizaban en tres horarios: a la mañana se trabajaba con los niños, a la tarde con las mujeres adultas
y a la noche con los hombres; en sus comienzos las clases se desarrollaban debajo de un algarrobo y posteriormente
se construyó un rancho. Sólo el horario de la noche contaba con reconocimiento oficial. Los contenidos de la
enseñanza eran lectura y escritura, en matemáticas sumas y restas. Con las mujeres se trabajaban también temas
referidos a la vida cotidiana. La enseñanza era bilingüe, en castellano y wichí.
La alfabetizadora entrevistada se reconoce como parte de los jóvenes de la generación de los '70 y de los ideales de
compromiso, opción por los pobres y transformación social que ésta sostenía. Afirma que esa fue la concepción que la
motivó a trabajar entre los indígenas que sufrían una situación de extrema pobreza y exclusión de los bienes
materiales y simbólicos: “y nosotros éramos como fanáticos por los wichí. (…) no sentías que habías ido allí para
trabajar por todos, vos trabajabas fundamentalmente para los que más les había costado, para los que no habían
entrando nunca”.
La experiencia que se describe formó parte de una trama de acciones de alfabetización de finales de los 60 y
primeras décadas de los 70, dirigidas a sectores populares de Argentina. Acciones de este tipo fueron vía de acceso
de grupos indígenas a la lectura y la escritura en el Chaco, indagar sobre cuál fue su alcance en la población
involucrada es uno de los objetivos de la investigación en curso.