Mujeres migrantes italianas : silencio, sumisión, emancipación
Resumen
El estudio de la emigración y de inmigración (o de las migraciones, término que hoy se prefiere
porque contiene a ambas modalidades) es interdisciplinaria: de ella se ocupan historiadores,
sicólogos, sociólogos, economistas, antropólogos, etnólogos, politólogos, lingüistas y literatos.
Son muy recientes los estudios referidos a las mujeres migrantes y a la revisión de las
denominadas viejas migraciones de ultramar que contemplan el rol de la mujer en su propia
experiencia migratoria. Resulta clara la tendencia masculinizante en la investigación sobre
migración ya que aún cuando el término "migrante" se ha utilizado generalmente sin especificar
el sexo, el mismo ha sido invariablemente referido de forma tácita al género masculino. Por ello
el interés de los investigadores está depositado en las corrientes migratorias del siglo XX, de
composición mayoritariamente femenina y cuyos motivos de destierro son principalmente
laborales. Pero, sabemos muy poco sobre las mujeres de las denominadas viejas migraciones.
A partir de la segunda mitad del Ochocientos y hasta mil novecientos sesenta Italia fue el
principal país exportador de mano de obra en el mundo, para luego convertirse en un país de
inmigración en el cual las mujeres constituyeron un papel preponderante, en contraste con el
carácter predominantemente masculino de las primeras emigraciones. Las recientes
investigaciones sobre la migración, han permitido conocer el importante rol de las mujeres en el
movimiento migratorio, ya sea las que se quedaron en su tierra de origen como aquellas que
partieron. Observa Camilla Cattarulla (2011:266), "[...] estudiar la emigración al femenino, quiere
decir estudiar la génesis de la decisión de emigrar, la participación de varios miembros de la
familia en la actividad económica, las relaciones de pareja y parientes, los cambios
culturales[...]".84
Los estudiosos de los procesos migratorios reconocen la importancia de la familia, olvidando el
rol específico de las mujeres. Si bien actualmente existen numerosas investigaciones, la presencia
de la mujer migrante continúa siendo un tema poco explorado.
La invisibilidad de la migración femenina es una de las consecuencias del enfoque patriarcal que
domina las relaciones personales, familiares y profesionales del individuo dentro y fuera del
hogar.85
A través de algunos ejemplos extraídos de la novela Cuando Dios bailaba el tango, en que los
relatos se entretejen pasional y frontalmente en la visión de la escritora italiana Laura Pariani
frente a la realidad, pretendemos demostrar la discriminación (a veces también la humillación y
violencia) que debía soportar la mujer migrante en el entorno patriarcal, callando, aceptando su
propia sumisión.