Estudios en gubernamentalidad. Panorama introductorio
Fecha
2019Autor
Avellaneda, Aldo Nicolás
Vega, Guillermo Andrés
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Nuestras conductas parecen ser interpeladas de modo
incesante por un juego complejo de penas e incentivos,
coacciones y libertades, discurso experto e impulsos a la
solidez de una personalidad libre y emprendedora. Para poder
orientar nuestra propia conducta es fundamental, se presume,
formar de manera previa una destreza singular en la toma de
decisiones, estimular y establecer nuestras competencias y
capacidades en dirección a un futuro moldeado por nuestro
cuerpo y nuestra mente, teniendo en frente «desafíos» que
debemos superar. Precisamente, el futuro, se nos dice, es algo
en lo que estamos involucrados. Y, sin embargo, existe una
convivencia cada vez más recargada entre una inflación
normativa (no necesariamente legal) de los ámbitos más
diversos, desde el educativo y el laboral hasta el identitario y
sexual, y todas esas maniobras que apelan al empoderamiento,
los liderazgos, el mérito, la fortaleza y la frescura psíquicas
(«individuos no tóxicos»). Estas nuevas versiones de
«autonomía» y «self design» en el mundo laboral, educativo o
económico en general, presentan lazos de convivencia más
anudados con lo que se espera de los extranjeros y amateurs en
tales mundos que con la diagramación colectiva o individual,
medular o intersticial, en base a otras expectativas,
racionalidades y sueños individuales o grupales. De hecho, hay
quienes han notado un mecanismo simbiótico y de mutuo
refuerzo entre estos procesos de construcción de autonomía y
la profundización del modo de organización de nuestra vida
económica. El neoliberalismo, por contraposición al
liberalismo clásico, ya no apela al mercado como tecnología
única de cálculo y valoración de las eficiencias. Ser
emprendedor y eficiente se ha vuelto también un lugar de
juicios éticos. No importa el rol social o la actividad económica
que ejerzamos, hemos de juzgar y juzgarnos bajo tales
parámetros. La penalización del ocio (cifrado en la vagancia)
en la esquina de los siglos XIX y XX, apuntalado sobre
codificaciones legales, parece ser un antepasado algo tosco en
relación con las normas actuales de valoración de un ocio
productivo, de una capitalización constante y sin fin del
tiempo. Y esto está en el centro de las controversias, puesto
que es visto como el motor subjetivo de acumulación (que
eclipsó el clásico «interés económico»), y a la vez como pieza
clave de una suerte de neopunitivismo moral y legitimador de
los índices crecientes de desigualdad.
Colecciones
- Partes de libros [152]