Malestares de género. Sobre algunas cuestiones del trabajo doméstico en el arte contemporáneo del NEA
Resumen
En este trabajo se expone el análisis crítico de una obra de arte donde se indagan problemáticas que refieren al trabajo doméstico en relación con la división sexual del trabajo y la(s) identidad(es) de género. La obra analizada se titula “La Cruz de los Milagros”, autoría de Fernanda Toccalino e integra - en el marco del proyecto - un conjunto de producciones de autoras contemporáneas de Resistencia y Corrientes que trabajan la domesticidad en lenguajes estéticos. La justificación del análisis de esta variable no implica el género de su autora, sino la preocupación por hacer visibles modos de producción no canónicos que se manifiestan a través de prácticas que invierten y producen nuevos significados configurando intervenciones artísticas. Siguiendo a Griselda Pollock (2010), el concepto de intervención feminista en la historia del arte, está relacionado con la confrontación de los discursos dominantes acerca del arte y las/os artistas, con el reconocimiento de las relaciones de poder entre géneros, la construcción social de la diferencia sexual y el rol de las representaciones culturales en esta construcción. Una obra de arte no es feminista por el hecho de que haya sido realizada por una mujer, sino en cuanto “problematiza y subvierte las formas en que un texto o sistema de significación específico opera dentro de un orden social dado produciendo hegemonía u opresión” (Trafí-Prats, 2010;18-19). En este sentido, problematizaciones tendientes a la deconstrucción de la idea de la mística de la feminidad (Friedan, 1965) como la del confinamiento tradicional de las mujeres al espacio privado y la exclusividad de su desempeño en el trabajo doméstico (Amorós, 2000) han sido temáticas frecuentes para artistas feministas desde los años setenta del siglo pasado. Dichas herramientas conceptuales les han permitido a las artistas cuestionar discursos y presupuestos tradicionales acerca de la feminidad y los roles asignados tradicionalmente a los individuos según su género. Pasada ya más de una década del nuevo siglo, algunas artistas que se desempeñan en el campo artístico regional, retoman dichos tópicos para trabajarlos en distintos lenguajes visuales, independientemente de adhesiones a movimientos feministas.
Este trabajo tiene como objetivos identificar contenidos de género problematizados políticamente en la obra e interpretar cómo a través de la variable domesticidad se procede a la manifestación estética de los malestares de género. Estos objetivos se complementan con los del proyecto general de investigación que tiene por fin visibilizar y valorar las obras de arte en tanto producciones regionales de artistas mujeres. Metodológicamente, se analiza críticamente la obra a partir de una lectura iconográfica-iconológica, teniendo en consideración los aportes teóricos provenientes de los estudios de género y de la teoría social del arte. Se considera además, el discurso oral de su autora, obtenido en intercambios personales y entrevistas.
Entendiendo el arte como constitutivo de la ideología y no su mera ilustración, se considera que como espacio de significación y problematización identitaria, abre puertas hacia nuevos modos de pensarnos como sociedad. Expone dicotomías, traduce malestares de género e instala proyectos que delinean nuevos modos de ver, pensar y sentir. En este sentido, la obra se presenta en el ámbito institucional del arte como una intervención política que intenta hacer visibles relaciones de poder vinculadas a cuestiones religiosas, políticas, culturales y de género, dando cuenta al mismo tiempo, de la persistencia del modelo patriarcal al interior de las instituciones públicas.