Máquinas hidráulicas
Fecha
2022-08Autor
Pérez Farrás, Luis
Pilar, Jorge Víctor
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Las máquinas hidráulicas pertenecen al grupo de las de fluido, que son aquellas en las que el fluido, o bien proporciona la energía que absorbe la máquina, o es el receptor de la energía que la misma restituye. Esta definición aclara el hecho de que casi todas las máquinas tienen fluidos actuantes (refrigerantes, lubricantes, etc.) pero solo consideramos como máquinas de fluido, a aquellas en que el mismo es quien proporciona o recibe la energía puesta en juego. Las máquinas de fluido revisten distintas formas, y encuentran muchas y variadas aplicaciones en la técnica. Encontraremos máquinas tan dispares como las enormes turbinas de Asuán o Yacyretá y las pequeñas turbinas de los odontólogos, las bombas de nafta de los automóviles antiguos y en otra escala mucho mayor, los motores cohetes actuales, transporte de vehículos espaciales, con su gran cantidad de variantes y poseedores de enorme potencia. A su vez, el vasto campo de las máquinas de fluido se subdivide en máquinas térmicas y máquinas hidráulicas. Definimos como máquinas hidráulicas a aquellas en la que el fluido, en su paso a través de la máquina, no cambia su masa específica. Por su parte, una máquina térmica es aquella en la que el fluido sí cambia su masa específica o, lo que es lo mismo, el volumen específico, que es su inverso. Estas definiciones ilustran sobre algunos conceptos que pueden parecer erróneos en un análisis superficial. Por ejemplo, la turbina de vapor trabaja con agua y no es una máquina hidráulica tal como la etimología podría hacer pensar. En forma similar, un ventilador, a pesar de impulsar gases, constituye en esencia una “bomba de aire”, es decir una máquina hidráulica.
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