La figura femenina en la Inglaterra del siglo XVII. Ejemplos extraídos de Moll Flanders (1722) de Daniel Defoe
Resumen
El interés que Inglaterra experimentó en el siglo XVIII por la denominada "low life literatura,"
unida a la tradición picaresca española y francesa, nutren una ficción sobre criminales y
delincuentes que responde, en gran medida, a la situación social de Europa durante el primer
cuarto de ese siglo. Se manifestó como un subgénero narrativo sobre gente de mal vivir,
ampliamente difundido durante los siglos XVII y XVIII, que se caracteriza por el exceso en los
detalles acerca de los crímenes cometidos por los más famosos pillos y ofrece una escrupulosa
descripción de las condiciones (familiares, sociales y religiosas) que arrastran al ser humano hasta
el pecado y la violación de la ley. Pero en tales obras, todo criminal debía transitar cuatro estadios
bien definidos: pecado, arrepentimiento, conversión y redención; es decir, debía ser un
verdadero penitente para merecer un lugar en la literatura criminal. Por el gran interés del
público, este tipo de biografía criminal o narración ficcionalizada de principios de 1700 recibió la
contribución refinada de la pluma de periodistas y reporteros judiciales destacados.