Capacidad neutralizante de anticuerpos anti-fosfolipasa A2 (anti-PLA2) obtenidos de conejos sobre la miotoxicidad inducida por el veneno de Bothrops diporus (yarará chica)
Fecha
2014-06Autor
Valada, Jesica T.
Teibler, Gladys Pamela
Maruñak, Silvana L.
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Las fosfolipasas A2 del veneno de serpientes del género Bothrops de Argentina son capaces de causar daños severos
en algunos tejidos como hígado (congestión y una excesiva concentración de células necrosadas), pulmón
(hemorragia), corazón (hemorragia y necrosis interfibrilar), riñón (necrosis glomerular y tubular) y músculo (necrosis).
Algunos autores avalan la hipótesis de que la miotoxicidad observada es consecuencia de una acción indirecta de las
fosfolipasas, que conducen al aumento de iones Ca2+ dentro de la célula y a la activación de proteasas intracelulares.
Es un objetivo del proyecto producir antiveneno ofídico contra el veneno de las serpientes autóctonas de la región
donde éste se va a aplicar, restringiendo la especificidad de los anticuerpos contra los componentes del veneno entero
responsables de los efectos deletéreos de mayor gravedad para la víctima, ya que reduce la cantidad de suero a
inyectar en los pacientes, por ser más específico. Existen escasos reportes relacionados con alteraciones de los
animales inoculados con venenos de serpientes para la producción de antivenenos. Autores reportaron que las dosis
utilizadas de enzimas aisladas del veneno de B. alternatus (yarará grande) como de Crotalus durisus terrificus
(cascabel) en las vacunas inducen a una buena respuesta inmunológica sin afectar órganos vitales y que en el control
clínico de los conejos no se observó anormalidad alguna. En este trabajo se pretende generar información acerca de
alternativas en el tratamiento de la intoxicación, como así también el grado de participación de un componente dado
en la intoxicación producida por el veneno entero. Grupo de 4 ratones de la cepa CF1, fueron inyectados por vía
intramuscular en el músculo gastronemio derecho (0.1 ml volumen final), con 20 μg de veneno entero otro grupo con
una mezcla veneno (20μg)/anticuerpos (partiendo de una concentración de 25 mg/ml IgG) incubado 30' a 37°C, y
animales controles tratados con PBS. Luego de 3 horas de exposición los animales fueron sacrificados previa
anestesia y se procedió a la extracción del músculo inoculado, para su posterior procesamiento histopatológico y
observación a través del microscopio óptico. Se pudo observar en los cortes de músculos de animales controles que la
fibra muscular conservaban su estructura normal mientras que los músculos inoculados con veneno entero
presentaban intensa hemorragia, acompañado de infiltrado inflamatorio polimorfonuclear, además de grandes áreas
de mionecrosis tanto miolítica como coagulativa. Mientras que en los músculos inoculados con la mezcla de veneno/
Anticuerpos anti-PLA2 se observó que la mayoría de las fibras musculares conservaron su estructura fusiforme y
multinucleada observándose además las estriaciones transversales, mientras que en otras áreas se encontró, en
menor número, fibras musculares necróticas y pequeñas áreas de infiltrado inflamatorio. En cuanto a la hemorragia su
intensidad fue similar al de veneno entero. La actividad miotóxica del veneno fue reducida por las IgG presentándose
cambios significativos en los niveles de CK de los ratones inoculados con veneno preincubado con las IgG específicas
contra la PLA2 aislada respecto de los animales controles (trabajo presentado anteriormente). Al apreciar una
reducción de la miotoxicidad, se puede pensar en la inhibición de algún tipo de PLA2 causante de miotoxicidad local;
de una posible sinergia con las metaloproteasas o ambas. Los resultados muestran la capacidad de los anticuerpos
anti-PLA2 de neutralizar la actividad miotóxica inducida por el veneno entero. Las lesiones locales más leves
observadas podrían deberse a la acción indirecta de la isquemia secundaria a la hemorragia. Estos hallazgos tienen
un valor trascendental si se tiene en cuenta que al disponer de anticuerpos dirigidos contra un componente particular
del veneno, se logra disminuir el efecto citotóxico por la acción sinérgica de la de la fosfolipasa con las hemorraginas
presentes en el veneno.