Herramientas para la gestión y la toma de decisiones
Resumen
Tomar decisiones es una actividad tan cotidiana y tan antigua que pocas veces nos detenemos a reflexionar sobre ella. Cuando tenemos que decidir sobre situaciones futuras, desconocidas e inciertas, muchas veces lo hacemos al azar y “que la suerte nos ayude”. Esa actitud, que si bien nos resulta muy familiar, no es más que poner el carro delante de los caballos. Dos elementos que distinguen lo que llamamos tiempos modernos del resto de los millares de años de historia de la humanidad, son el estudio y el dominio del riesgo. Su cronología está estrechamente vinculada con la Teoría de las Probabilidades y el nacimiento de esta última algunos autores la fijan en el momento en que un noble francés desafió a Blaise Pascal a resolver un problema conocido como “Enigma de Paccioli”; corría el año 1654. Antes de esta época, la solución de situaciones inciertas era hecha con el auxilio de oráculos y adivinos (Bernstein, 1997). La evolución posterior de esta ciencia, con la “Teoría de los Grandes Números” de Jacob Bernoulli, el “Teorema de Bayes”, los postulados de Daniel Bernoulli (sobrino de Jacob), la estructura de la distribución normal expuesta por De Moivre (a la que conocemos como la distribución de Gauss, aunque éste sólo desarrolló la ecuación de la curva que hoy lleva su nombre) y los trabajos de Galton sobre regresión a la media, son las semillas de la moderna teoría de las decisiones y del planeamiento científico. La formulación objetiva de un problema de toma de decisiones es complicada por las imprecisiones e incertidum bres inherentes, que crean un ambiente difuso para el tomador de decisiones. El riesgo y la incertidumbre suelen estar presentes en todo acto de tomar decisiones, desde la asignación de recursos económicos, hasta en la elaboración de programas de prevención de una política de salud pública; desde sembrar algodón hasta en la elaboración de campañas publicitarias para vender prendas confeccionadas con su fibra (Ventsel, 1983). Algunas personas imaginan que riesgo e incertidumbre son la misma cosa. Sin embargo, son conceptos totalmen te diferentes. Si algún fenómeno futuro nos es totalmente desconocido estaremos ante una situación de incerti dumbre. Sin embargo, si conocemos “algo” de él, como por ejemplo la frecuencia con que el mismo se produce, sería posible evaluar y cuantificar el riesgo.
Colecciones
- Libros [5]