Evaluación de la combinación de allopurinol y domperidona en el tratamiento de leishmaniosis visceral canina
Fecha
2017Autor
Llano, Eduardo G.
Maidana, Héctor Ricardo
Báez, Alejandro Daniel
Cabrera, Walter Ramón
Cao, José Alfredo
Amarilla, Oscar
Benítez, Javier J.
Mouchard, A. E.
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Las drogas utilizadas en el tratamiento de la leishmaniosis humana en la Argentina están normatizadas con el esquema terapéutico sugerido por la OMS y son suministradas por el estado nacional, que las distribuye en forma gratuita a las diferentes provincias endémicas. Estas drogas, son desaconsejadas en el tratamiento farmacológico de perros afectados con leishmaniosis visceral, por el riesgo potencial de generación de cepas resistentes de Leishmania sp. El objetivo del trabajo es utilizar una combinación de allopurinol como parasitostático y domperidona como inmunomodulador en el tratamiento farmacológico de la Leishmaniosis Visceral Canina. Se utilizaron seis pacientes caninos, de diferentes sexos, edades y razas, oligosintomáticos y polisintomáticos, con diferentes cargas parasitarias de Leishmania chagasi, diagnosticados en el Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias, UNNE. Posterior a la notificación de las autoridades sanitarias, con la autorización y compromiso de los propietarios responsables, se inicio el siguiente protocolo. Utilización de collar repelente con recambio cada 6 meses, indicación de esterilización quirúrgica, mantenimiento del paciente en domicilio con ambiente controlado, suministro de allopurinol a la dosis de 10 mg/Kpv cada 12 hs. vía oral y domperidona a la dosis de 0,5 mg/Kpv cada 24 hs. vía oral, exploración clínica y análisis bioquímicos de sangre y orina extraída por sondaje uretral, con intervalos de 30 días, con esa misma frecuencia se realizaron estudios de carga parasitaria en base a cantidad de macrófagos infectados y cantidad de amastigotes por macrófagos en relación al número de campos observados. Al mes de iniciado el tratamiento, todos los pacientes mostraron mejoría clínica, aumento de peso, disminución de la carga parasitaria, tendencia a la normalización de la relación proteinuria-creatinuria y mantenían la hiperglobulinemia. Los valores que arrojaron los analitos en sangre: recuento de glóbulos rojos, glóbulos blancos, hematocrito, hemoglobina, plaquetas, urea, creatinina, GOT, GPT y FAL variaron en cada paciente. A tres pacientes se les recomendó la eutanasia por mala evolución al tratamiento. Un paciente que evolucionaba favorablemente murió en forma accidental. Dos pacientes evolucionan favorablemente. Se concluye que la combinación de allopurinol y domperidona en pacientes con baja carga parasitaria, sin compromiso renal y hepático, administrado por propietarios comprometidos y responsables, representa una alternativa válida en el tratamiento farmacológico de la Leishmaniosis Visceral Canina.