Obediencia y castigo en Aurora, de F. Nietzsche. Una reflexión sobre las normas morales
Resumen
La primera tarea que ha de constituirse en la base de esta exploración es mostrar cómo entiende Nietzsche a la eticidad de las costumbres en tanto formadora de la cultura humana en tiempos pre-históricos. Y, en ese sentido, cómo es que se erigió la obediencia en el hombre para transformarlo en un ser “naturalmente” moral. Lo central del problema que identifica Nietzsche como una falsa interpretación humana de las leyes naturales, es la identificación entre la causa y el efecto con la culpa y el castigo. Momento a partir del cual el sentido del castigo ya no era sólo el de ser un ajusticiamiento divino para con un particular y una condena para toda la comunidad -más allá de que el responsable del pecado fuera un solo individuo-, sino que era fundado, además, por una venganza de la comunidad para con el individuo.
Cuando empieza a considerarse norma moral fundada en leyes supra-terrenales, el castigo adquiere una particular relevancia, presentándose como una necesidad de justicia; siempre con el fin de mantener y reproducir un tipo de adiestramiento que no se hace visible a simple vista. Justamente, aquella falsedad de la interpretación moral del mundo nace del olvido de que la cultura no es otra cosa que el establecimiento pre-histórico de normas y leyes que domestican al hombre. De cualquier manera si el castigo se fundaba en la venganza de la comunidad sobre el individuo, la criminalidad se edificará en la venganza del individuo contra la comunidad.