Territorialización y reterritorialización de las actividades agropecuarias en el Chaco
Fecha
2018-09-26Autor
Cuadra, Dante Edin
Montes Galbán, Eloy
Insaurralde, Juan Ariel
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
El objetivo del presente trabajo es analizar las transformaciones observadas en el paisaje agrario del Chaco, resultantes
de cambios de modelos productivos que responden a factores y procesos desencadenados a escala global,
nacional, regional y local.
La metodología ha incluido el relevamiento, sistematización y lectura de la bibliografía accesible sobre el tema, el
análisis de datos referidos al territorio (indicadores demográficos, económicos y sociales, de producción agropecuaria
y forestal) y, asimismo, de normativas y decisiones políticas y empresariales que han tenido impacto geográfico
en la provincia y en la región. Herramientas como las imágenes satelitales, mapas generados por Sistemas
de Información Geográfica, fotografías de superficie y recorridos por distintos sitios de la provincia, han aportado
información cualitativa que enriquecieron la investigación.
Los resultados ponen en evidencia que, en el Chaco, se han desarrollado dos modelos de organización del espacio
rural: el primero, “modelo minifundista monocultural”, empezó a gestarse en la segunda década del siglo XX e
inició su decadencia en 1960 y, el segundo, “modelo tecno-productivo”, hizo eclosión en la década de 1990 y continúa
su faz expansiva. Cada modelo ha estado sostenido por su respectivo paradigma, reconociéndose un período
intermedio, de crisis y bonanzas (caracterizado por momentos y espacios de coexistencia y de alternancia de ambos
modelos, con creciente imposición del segundo). Esta transición se desplegó entre 1960 y fines de los ´90: en esas
(casi) cuatro décadas y en las que siguieron, el Chaco vio perder gran parte de su población rural, se desprendió de
una importante cultura de producción familiar, se deshizo de grandes coberturas forestales, cambió su escala de
producción, introdujo la mecanización y la tecnología y reemplazó a los pequeños propietarios-productores por
grandes emprendedores y empresas del agro, muchos de ellos provenientes de otros puntos del país. Este proceso,
con nuevas lógicas de organización y producción, implicó notables cambios ambientales, demográficos y económicos
y, a la vez, la territorialización y reterritorialización de su producción agropecuaria.