Corrientes y la guerra contra el Paraguay. Conmemoración del cincuentenario de la batalla del Puente de la Batería (1915)
Resumen
Desde el 13 de abril de 1865, fecha de la ocupación paraguaya a la ciudad hasta definitivo abandono de los últimos batallones
paraguayos del territorio provincial después de octubre de 1865, Corrientes se transformó en el principal escenario de las
operaciones bélicas. A partir de ese momento, se libraron múltiples enfrentamientos en el suelo correntino, uno de ellos fue el
episodio que tuvo lugar el 25 de mayo de 1865, cuando fuerzas argentinas embarcadas en dos buques protegidos por tres
cañoneras brasileñas comandadas por el general Wenceslao Paunero, inician la reconquista de la ciudad desembarcando en el
paraje La Batería. Al anochecer de ese mismo día se produjo la fugaz recuperación de la ciudad por parte de las fuerzas de Paunero,
obligando a los paraguayos a abandonarla temporalmente.
En 1915 se celebra en Corrientes el cincuentenario de esta batalla en un contexto conmemorativo que arranca a comienzos del siglo
con el jubileo de Bartolomé Mitre (1901); su muerte (1906); el centenario de la Revolución de mayo (1910) y el centenario de la
provincialización (1914). La conmemoración fue iniciativa de un sector de la elite cultural de Corrientes, encabezado por Juan W.
Gez y la adhesión de asociaciones de Buenos Aires, entre las que se destaca el Centro de Guerreros del Paraguay creado en 1909.
Nos proponemos contextualizar el homenaje en el marco de la difícil relación que mantuvieron sectores de la elite correntina con los
episodios ligados a su participación en la Guerra contra el Paraguay o Guerra de la Triple Alianza.
-RESULTADOS Y DISCUSIÓN:
En la Argentina, a partir de 1880 la cuestión identitaria- es decir, de la necesidad de construcción de una identidad
nacional-comienza a ser objeto de debate entre las elites, en el contexto de una inmigración masiva que afectaba fundamentalmente
a la región pampeana y del litoral. La necesidad de resolver las cuestiones ligadas al fenómeno inmigratorio y al avance de la
cuestión social, condujo a pensar y ejecutar políticas tendientes a construir una tradición, en la que los nuevos argentinos pudieran
reconocerse. Estas políticas se aplicaban en espacios en los cuales no existía una conflictividad entre población nativa e inmigrante,
como era el caso correntino, donde además se sumaba el uso del pasado local para reivindicar a la provincia, a la que se veía como
postergada.
En ocasiones de fiestas y celebraciones patrias y de otro tipo de conmemoraciones, la elite correntina utilizaba su pasado para
demandar reconocimiento o atención del Estado nacional, y lo hacía exaltando el papel que había desempeñado en la lucha contra
el orden rosista, y en cada ocasión en que había luchado por la nación, ello incluía su papel en la Guerra del Paraguay, tema que
suscitaba tensiones dentro de la elite, por el posicionamiento a favor de Paraguay que habían tenido algunos sectores durante el
desarrollo de esa guerra.
El 25 de mayo de 1915 se conmemoró en Corrientes el cincuentenario de la Batalla del Puente de la Batería; la celebración coincidió
con otras dos conmemoraciones, la habitual de las fiestas mayas y la del Centenario de la provincialización de Corrientes (que debió
realizarse en 1914 y se pospuso por las dificultades económicas por las que atravesaba la provincia). Como ya mencionamos, las
conmemoraciones y sus apelaciones al pasado eran utilizadas para expresar la disconformidad de las elites con la situación por la
que atravesaba la provincia, tan alejada de sus expectativas de fines del XIX, y que eran también un mecanismo para intentar
reposicionarse en el contexto nacional.
La particularidad de la celebración del cincuentenario del combate del Puente de la Batería, radica en el hecho que la iniciativa no
parte del gobierno de Corrientes sino de asociaciones residentes en Buenos Aires: el Centro de Guerreros del Paraguay y el Centro
de Boy Scouts a los que se suma la Sociedad Forestal Argentina. Ello explica que Juan W. Gez, un puntano ajeno a las tensiones
heredadas de la guerra, fuera quien asume la presidencia de la comisión encargada de la celebración.
De las tres celebraciones en juego, la guerra contra el Paraguay y el papel jugado por Corrientes en la defensa del suelo argentino,
invadió todos los discursos, tanto de los correntinos como de los porteños o de otras provincias, que reivindicaban la lucha contra el
“déspota del Paraguay”. Se observa tanto un cuidado a la hora de referirse al pueblo paraguayo, en todos los discursos, como en
ocultar las tensiones sociales que la guerra había despertado en 1865 y que seguían vigente.
A pesar que la celebración no fue iniciativa de Corrientes y de que redujo a un lugar secundario el hecho que los correntinos se
habían propuesto conmemorar-el centenario de la provincia- la conmemoración del cincuentenario de esa batalla de la guerra del
Paraguay, trajo a Corrientes un reconocimiento nacional, aquello a lo que aspiraban, pero que no pudo ser totalmente asumido por
los correntinos como una celebraci