Corrientes a principios del siglo XXI, aportes para la construcción de un imaginario urbano
Resumen
“”...debemos pensar en la ciudad a la vez como lugar para habitar y para ser imaginado: Las
ciudades se construyen con casas y parques, calles, autopistas y señales de tránsito. Pero las
ciudades se configuran también con imágenes....La ciudad se vuelve densa al cargarse con
fantasías heterogéneas: La urbe programada para funcionar, diseñada en cuadrícula, se
desborda y se multiplica en ficciones individuales y colectivas”.
La ciudad de Corrientes ha tenido importantes cambios en su faz arquitectónica y urbana en los
últimos años, producto de las modificaciones que en lo político, social, económico y cultural se
han producido a nivel nacional e internacional en la última década del siglo XX. Estos cambios
se manifiestan no solamente en cuanto al ambiente construido de su espacio urbano, sino
también por la modificación de la conducta ciudadana en el uso de espacios públicos, producto
de la emergencia de nuevas problemáticas sociales que se plasmarán en la modificación del
paisaje urbano, tendiendo a definir un imaginario que caracteriza a la ciudad en los inicios del
nuevo siglo.
El presente trabajo tiende a poner de manifiesto la realidad del espacio urbano, partiendo de
dos ejes de lectura de imágenes:
Por un lado, el que plantea los cambios arquitectónicos emergentes conforme a la
situación planteada en función de las transformaciones de los últimos años, su relación
con la ciudad pre-existente, la relación con el entorno circundante y la valoración
ciudadana resultante.
Por el otro, el que plasma la modificación que se produce en los espacios públicos en
función de las nuevas contingencias socio-económicas, verificando el grado de
incidencia que estas situaciones generan en áreas de la ciudad, tendiendo a crear
identidades particulares.
El fenómeno de la globalización ha contribuido a fragmentar la realidad urbana, no solo en
cuanto a sus componentes físicos sino también ha afectado la estructura social, acrecentando
las distancias entre sus componentes, lo cual se plasma en el imaginario urbano a partir de las
conductas del ciudadano en cuanto al uso de los espacios públicos. Toda ciudad tiene una
personalidad que debe a influencias geográficas o a cualquier otro tipo de influencia natural,
pero además, toda ciudad es el resultado de las fuerzas sociales y económicas propias de
cada período histórico. La ciudad es un fenómeno social. Partiendo de estas premisas, se
intenta poner de manifiesto la realidad de un centro urbano intermedio de la República
Argentina, inserto en un contexto económico en crisis, con una marcada identidad cultural que
tiende a definir rasgos particulares en su estructura urbana, tratando de verificar el impacto que
se genera en la ciudad con la presencia de nuevos componentes que generan nuevas
imágenes urbanas.