Reconocerse en falta frente a otro y frente a sí. Exploraciones en torno al sentimiento de vergüenza en Alcibíades Mayor y su importancia para la conciencia moral del sujeto
Fecha
2023-06-15Autor
Rodríguez, Néstor Emanuel Maximiliano
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Los objetivos principales que aquí se pretenden se centran en precisar cómo la presencia de un Otro es necesaria para la
constitución del sujeto en tanto “sujeto moral” poseedor de una conciencia moral necesaria para alcanzar el conocimiento de sí
mismo y, por otro lado, establecer la relevancia de la vergüenza en la constitución del sujeto moral como noción reveladora de la
ignorancia y cómo esto último lleva a un duelo por parte del sujeto al reconocerse en falta.
Para la consecución de dichos fines y objetivos presentados haremos un análisis hermanéutico del texto platónico Alcibíades Mayor
(o Alcibíades I) desde la perspectiva crítica de Mondolfo (1968, 2009), Mársico (2017) y Kohan (2009), propios del ámbito de la
filosofía antigua, así como también incorporamos elementos conceptuales y de análisis de otras disciplinas tales como el
psicoanálisis con autores tales como Dor (2013) y Moraga (2010), los cuales realizan una lectura de y a partir de los planteos de
Jacques Lacan; generando así una interdisciplinariedad entre las ideas allí presentes y la filosofía antigua con el objetivo de
producir, también, un aporte que se pretende novedoso a la hora de leer esta obra clásica y de pensar la relación entre lo propio y la
alteridad o, como se detalla más adelante, entre el yo-interrogado y el Otro-interrogante.
Asimismo, como primeros resultados de esta investigación aún en curso, en tanto la beca de pregrado se encuentra en pleno
desarrollo, podemos comenzar diciendo que algo particular del método socrático es la interpelación que ese Otro-interrogante genera
en el yo-interrogado, interpelación tal que no viene sola, sino que está necesariamente acompañada de un sentimiento de vergüenza
que se hace presente en el sujeto, a tal punto de generar en este un estado de asombro primero y de aceptación después al
entender, por fin, que lo que creía saber evidentemente no lo sabe, reconociéndose así como un sujeto-en-falta.
Esta falta no solo aparece frente a un Otro, sino que a su vez también es una falta gracias al Otro ya que con el Otro-interrogante el
yo-interrogado asume su posición de no-saber (¿y no-tener?). Es por esto que Alcibíades le solicita a Sócrates que este sea su
maestro, viendo en ese Otro no lo que llenaría esa falta (si es eso posible) sino más bien como vía para intentar conseguirlo. De esta
manera, la falta y el reconocerse como sujeto-en-falta guían y funcionan como motor para la búsqueda del conocimiento de sí. Ahora
bien, la falta que aquí se hace presente en el sujeto es una falta de algo que no se tuvo nunca, no de algo que se poseía para luego
perderlo; porque Alcibíades creía ser sabio respecto a las cuestiones propias de la polis, pero en tanto Sócrates entra en escena
esta creencia desaparece. Alcibíades no poseía una sabiduría, sino más bien un obstáculo que impedía que este alcance un
conocimiento verdadero, tal como es el conocimiento de sí mismo. Esta falta de algo que no se tuvo podemos relacionarla con la
noción de privación expuesta por Lacan en tanto refiere a algo que, justamente, “nunca tuvimos pero que es simbolizado como
perdido” (Moraga, 2010, p. 348), es decir, la falta (pérdida/ausencia) de un objeto simbólico (Dor, 2013).
Teniendo en cuenta lo desarrollado anteriormente, podemos ver reflejado esto en Alcibíades, cuando en el texto platónico de igual
nombre, él mismo da cuenta de esta falta que se hace presente en él y cómo ésta necesariamente acarrea una vergüenza tanto
frente a Sócrates como frente a sí mismo ya que este asume su posición de no-saber frente a Sócrates diciendo que se avergüenza
por el hecho de no poder responder a sus interrogantes pero, además, reconociendo que no sabe lo que creía saber; evidenciando
así una de las ideas principales surgidas en la presente investigación en tanto Alcibíades no solo no sabe lo que creía saber sino
que, además, este creer-saber propio de Alcibíades tenía un valor en sí mismo porque no solo que se reconoce en falta frente a
Sócrates sino que también está en falta frente a sí mismo en tanto entiende que, en realidad, eso que él creía poseer (saber) nunca
lo tuvo (supo), esfumándose así el carácter ontológico de una sabiduría perdida que más que perdida nunca existió, lo que lleva a
pensar que si Alcibíades debe hacer un duelo (término a desarrollar de acuerdo a los planteos psicoanalíticos) debe hacerlo
doblemente: primero un duelo frente a su estado de sabiduría perdido (reconocer que no sabe) y luego en tanto reconocer también
que ese estado en realidad nunca existió, es decir, dar cuenta primero que se perdió algo y luego, asumir que eso que se perdió en
realidad nunca lo tuvo.
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