Transmisión de conocimientos referidos a las prácticas curativas entre los wichís de la Provincia de Chaco: estudio de caso
Resumen
Aportar al conocimiento sobre prácticas socio-culturales de los pueblos indígenas del Gran Chaco y su vigencia en medio de las
tensiones y debates sobre su inserción en los procesos de la modernidad y la globalización.
Dar cuenta de los procesos y estrategias en el aprendizaje y transmisión de las prácticas curativas entre los wichís de la provincia de
Chaco a partir de una historia de vida.
Identificar agentes, discursos y prácticas que moldean el sistema terapéutico entre los wichís del Chaco: actores legitimados para
transmitir conocimientos, sistemas simbólicos, formas de mediación, espacios propicios, etc.
Scalise Sugiyama y Mendoza (2018) sostienen que las narraciones orales transmitidas tienen sus propias pedagogías; esto es así
porque la manera de relatar los conocimientos tendrá su propia particularidad, dependiendo de la persona que lo transmite a su
educando. Los narradores pueden modificar su comportamiento para permitir o facilitar el aprendizaje a otras personas. En este
aspecto, interesa poder estudiar esos procesos de aprendizaje con el fin de entender el desarrollo de las prácticas curativas. Además
de ello, se busca identificar qué otros conocimientos o habilidades se entrelazan en las narraciones orales transmitidas, cuál es la
manera de comunicar y qué se pretende comunicar a través de ellas específicamente. En esta investigación se utilizará la técnica de
análisis de documentos y la historia de vida partiendo del relato de experiencia de vida de una joven wichí que reside en Resistencia,
con los aportes de documentos bibliográficos relativos al tema, como fuentes de datos.
En las conversaciones, quienes nos transmiten sus discursos intentan aproximarnos, a través del relato, a sus creencias y elementos
que son significativos para ellos, a esto se refiere Suárez (2012) al hablar de entrevistas de performances. En este sentido, J (joven
wichí entrevistada oriunda del paraje Lapachito que reside en Resistencia) explicaba que las personas que más le transmitieron
estos saberes fueron su abuela y su madre aunque destacaba que la que más sabía de estos conocimientos era su abuela y, en
algunas oportunidades, recurría a su hermana por teléfono para consultarle por algunos remedios que no recordaba o por cual
sustituir. Por otro lado, comentaba que le cuenta a sus hijos cómo plantar y cuidar las plantas y a través de la práctica les comparte
estos saberes. Es importante destacar que J, en principio, cuando padece de alguna dolencia o enfermedad recurre principalmente a
los remedios caseros y sólo acude al médico cuando es más necesario. Por otro lado, en el CICLO SABERES Y SANARES, pude
observar el ritual de sahumo, el cual consistía en pedir permiso a la pachamama, y puede vincularse a lo que plantea Suárez (2009)
en cuanto a los seres sobrenaturales que habitan en las plantas, el pedir permiso para entrar en el campo, recorrer el jardín, cortar
una hoja de las plantas ya que si no lo hacemos las hierbas que necesitamos pueden no aparecer o no brotar más por haberlas
cortado de manera desmedida y sin permiso. En este espacio también se dio importancia a la comunicación y participación de todos,
en el que invitaban a compartir los saberes que tenemos y que nos transmitieron nuestros ancestros. En la observación y camino
recorrido, se puede decir que se activó nuestra memoria visual y cognitiva aunque no sólo fue recordar sino también adquirir nuevos
conocimientos en cuanto a la oralidad, en los relatos, en la manera de dar el discurso.
En esta aproximación a las prácticas curativas entre los wichís se ha podido observar que algunas de ellas siguen vigentes aun
aunque unos tratamientos están más arraigados que otros, eligiendo como prioridad la medicina doméstica o autotratamiento, como
curar pequeñas dolencias con plantas o hierbas medicinales que tenemos en nuestros hogares (salvia, ruda, buscapina, laurel,
paico, malva, etc.) y en otros casos, con la medicina doméstica o de “raigambre europea” (como la cura del empacho, en secreto, la
bendición con agua socorro), la terapéutica mágica (usar algo rojo contra el mal de ojo) y los medicamentos asociados al ciclo vital
femenino (tomar hierbas para dolores menstruales). Por otro lado, se pudieron observar otros usos asociados a las plantas, en este
caso árboles, como el yuchán (más conocido como palo borracho), el algarrobo y el palo santo, destacando usos relacionados al arte
culinario y uso recreativo para los infantes (utilizar el palo borracho para fabricar moldes de queso casero y algunas piezas de
juegos:botes y canoas), el algarrobo para fabricar harina de algarroba, de uso doméstico, y el palo santo para fabricar morteros y
hacer sahumo, éste último relacionado particularmente con la transmisión de aspectos curativos.
Finalmente, esta primera aproximación a las prácticas curativas y sus procesos de transmisión intergeneracional permite apreciar el
valor de quienes nos transmiten estos saberes, es decir, la persona que lo relata, pero también incide la insistencia y repetición de
los saberes (para ayudar a la memoria) como el aprendizaje en el cuidado delicado de las plantas y la salud en general, es decir,
comprender que se trata del conjunto de estas partes: relator, contexto, pedagogía y los saberes impregnados de los valores
simbólico-significativos otorgados a los mismos.