Las inferencias aplicadas por los estudiantes de la Licenciatura en Criminalística en la determinación de autorías gráficas
Resumen
En el estudio de la escritura, los documentólogos otorgan capital valor a lo que denominan “gesto gráfico”. Éste se define por una
“una serie de actos o movimientos […] sumamente selectivos […] que resultan mucho más valiosos en la discriminación de
personalidad” (Del Val Latierro, 1963, p.47). Su importancia reside en la posibilidad de determinar autorías gráficas a través de su
reconocimiento.
La metodología vinculada al estudio de escrituras se enseña y aprende en las asignaturas de Criminalística Documentológica II y III
de la carrera Licenciatura en Criminalística. Los docentes del área sugieren un protocolo que consideran que es el menos
conducente al error. Éste se resume en tres grandes pasos: estudio del documento indubitado, análisis del documento dubitado y
comparación de estos. Pero, su aprendizaje es dificultoso siendo una de las labores más difíciles de realizar en la carrera.
Durante la aplicación del protocolo, el estudiante pone en juego diversos procesos inferenciales. Analizarlos es fundamental para
encontrar los obstáculos en las producciones de los estudiantes. Es por ello que el objetivo del trabajo es caracterizar los procesos
inferenciales empleados por los estudiantes de la Licenciatura en Criminalística de la UNNE, al momento de determinar autorías
gráficas.
Para dar respuesta al objetivo se hizo uso de tres instrumentos de recolección de datos. En primer lugar, observaciones del dictado
de clases de la cátedra Criminalística Documentológica III en el año 2017, entrevistas del tipo “focus group” a grupos de estudiantes
de la materia, y por último, entrevistas individuales en profundidad a estudiantes que hubieren completado el cursado de la
asignatura antedicha.
De las observaciones se obtuvo que los estudiantes alteran el protocolo impartido por los docentes, comenzando su estudio por la
comparación de los documentos para luego determinar si hay correspondencia entre ambos, sin aun tener certeza del gesto gráfico
identificado. Para arribar a tal conjetura aplican una analogía evaluando semejanzas y desemejanzas entre los elementos sometidos
a estudio.
Con esta conclusión preconcebida, el estudiante comienza a reconstruir el gesto gráfico, para de esa manera tener datos categóricos
que permita sostener su conjetura. En un inicio, los signos son difusos para él y aplica una abducción hipocodificada. A medida que
logra otorgarles valor, hipotetiza cuáles pueden integrar al gesto gráfico, aplicando una abducción hipercodificada. Para estar seguro
comprueba, a través de la inducción, que cada componente sea constante y repetitivo. Este proceso de descubrimiento y de
validación de componentes no se da manera lineal, sino de forma combinada y casi simultánea.
Cuando el estudiante considera que ha agotado la búsqueda, confecciona una norma que es el gesto gráfico reconstruido. Esta
construcción es particular para cada sujeto que la haga, por lo que la inferencia aplicada es una abducción creativa.
Lo siguiente que el estudiante hace es comparar el documento indubitado con el dubitado. Este procedimiento se realiza a través de
la analogía. Una vez advertida la correspondencia el estudiante aplica la inducción para justificar que los signos de la escritura del
documento dubitado se subsumen a la del gesto gráfico descubierto.
Al aplicar la inducción el estudiante valida su hipótesis inicial obtenida a través de la analogía. De comprobarse el protocolo sugerido
por los docentes se convierte en un instrumento para justificar su descubrimiento.
Se observó que varios estudiantes, a medida que avanzaban en la determinación de los componentes del gesto, advertían que su
hipótesis inicial no era válida. En estos casos optaban por cambiarla. Aquí el protocolo se convierte en un instrumento descubridor
del gesto gráfico.
En las entrevistas grupales, cuando se les preguntaba a los grupos sobre la metodología que llevaban a cabo para cotejar la
escritura, la mayoría enunciaba el protocolo impartido, a pesar de haber aplicado un proceso alterado en la clase. Esto demuestra
que no hay un desconocimiento, sino que modifican el protocolo con el fin de acortar tiempos de trabajo.
También los grupos rescataron que, para reconstruir el gesto, primero buscaban los elementos que “llamaran la atención” y luego
comprobaban que fueran constantes y repetitivos. En palabras simples, se referían a la determinación de los signos hipercodificados
y la posterior inducción para comprobar que el mismo fuera parte del gesto.
En las entrevistas individuales parte de la actividad buscó que los entrevistados recrearan el proceso de identificación de autorías
gráficas “in situ”. Los estudiantes que participaron de esta experiencia mostraron que aplicar el procedimiento de la cátedra es
menos conducente al error, que alterarlo en alguno de sus pasos.