Aplicación de herramientas biotecnológicas en la micropropagación de especies arbóreas nativas de la selva misionera en peligro de extinción
Resumen
Basado en la Ley Nacional N° 13.273, se denomina “Bosque” a toda formación leñosa, sea ésta de origen natural o artificial. Los bosques nativos son aquellos ecosistemas forestales que se caracterizan por presentar una máxima complejidad, conformada por una enorme diversidad de especies de plantas y animales que interactúan entre sí (polinización, predación, ciclo de nutrientes, dispersión) y una limitada capacidad de auto-conservación y autorregulación. Presentan características intrínsecas y múltiples funciones que, en su estado natural, comprenden una gran variedad de beneficios tangibles e intangibles que propician la continuidad de la vida en el planeta tales como diversidad de microclimas, refugio de fauna y flora, protección de los suministros de agua potable y fertilidad de suelos, fuente de energía, lugar de vida de comunidades campesinas y aborígenes (Ley N° 26.331; Brown, 2009); a la vez que proporcionan diversos productos que permiten satisfacer las necesidades alimentarias, medicinales, industriales y recreativas de la humanidad (Bertonati, 2009).
En el mundo, los bosques abarcan una extensión de 4.000 millones de hectáreas, equivalente al 31% de la superficie terrestre. La mayor parte (3.720 mil millones ha), pertenecen a bosques nativos, de las cuales 1.640 millones ha son bosques templados y boreales con predominio de diversas especies de coníferas; mientras que 1.760 millones ha corresponden a bosques y selvas tropicales que se caracterizan por su vasta biodiversidad (FAO, 2006). De hecho, el 53% del área afectada corresponde a los cinco países con mayor riqueza forestal (Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos de América y China). Cerca del 8% (330 millones de ha) de la superficie boscosa tiene como función principal la protección del suelo y los recursos hídricos para su conservación, control de aludes, estabilización de dunas y protección costera (FAO, 2010).
Basado en el último relevamiento realizado en el año 2010, el 49% de la superficie de América Latina y el Caribe es ocupada por bosques, alcanzando 891 millones de hectáreas que albergan el 57% de los bosques nativos existentes en el planeta (FAO, 2011). Sin embargo, el crecimiento demográfico y consecuentemente, el incremento de la actividad económica suscitado en las últimas décadas, afectó negativamente la existencia de los bosques nativos, disminuyendo notablemente la cobertura forestal en la mencionada región (Izoko y Burneo, 2003; FAO, 2011; 2012).
Colecciones
- Tesis doctoral [27]