El sector algodonero chaqueño en la post-convertibilidad
Resumen
El trabajo dará cuenta de las recientes transformaciones operadas en la producción algodonera
chaqueña situándola dentro de los ciclos agropecuarios locales y de la metamorfosis en la economía argentina.
Desde sus comienzos la región se caracterizó por su subordinación al quehacer productivo nacional limitándose
a actividades primarias destinadas a la provisión de ciertos pertrechos–durmientes y tanino–, necesarios
aunque prescindibles, para el funcionamiento del esquema agroexportador por lo menos hasta comienzos
del siglo XX. Sin embargo su marginalidad no impidió que estuviera sometida a los vaivenes económicos,
ni que viera reconfigurarse su matriz productiva varias veces.
El algodón ejemplifica este comportamiento cíclico y las limitaciones del perfil productivo. La introducción
de esta fibra vegetal en el Chaco se dio hacia 1890 pero recién con el estallido de la Primera Guerra Mundial
vio un despegue impulsado por los favorables precios internacionales. Inicialmente su producción se orientó
a los mercados internacionales en sintonía con el esquema económico imperante en el país, pero a partir
de la crisis mundial de 1930 y la consecuente baja de las cotizaciones supo reorientarse para abastecer a la
floreciente industria nacional.
El agotamiento de la industrialización sustitutiva trajo aparejado el estancamiento del sector llevando a
los productores a incorporar cultivos suplementarios. La desindustrialización experimentada desde los ’70
significó un nuevo reto para aquellos así como la irrupción de nuevas modalidades de explotación –agrobussiness–
de la mano del cultivo de la soja. Con la salida de la convertibilidad en los albores del siglo XXI se
inició una nueva etapa para el sector, cargada de oportunidades y desafíos.